martes, 30 de septiembre de 2014

Liliana bruja urbana, de Carmen Posadas





[Literatura Infantil]

Liliana, bruja urbana
de Carmen Posadas

Jesús Guerra

En efecto, Liliana es una bruja urbana, es decir, una bruja de ciudad. Es rubia, usa jeans, escucha rock, vive en un departamento moderno, lleno de cosas modernas, y tiene un gato llamado Gómez. Como es moderna y urbana, Liliana utiliza para sus pócimas mágicas unas pastillas de caldo que compra en una especie de supermercado para magos y brujas. Pero un día todo en la ciudad comenzó a molestarla: el ruido de los constructores que levantaban un edificio enfrente del suyo, los embotellamientos, el olor del humo de los autobuses, los gritos de los niños que iban a la escuela. Todo le molestaba. Y es que las grandes ciudades son muy estresantes.

Así que un día decidió irse a vivir al campo, como vivieron muchas de sus antepasadas. La noticia no le gustó mucho a Gómez, que es un gato urbano, alérgico a casi todo, y adicto a los programas de televisión. Empacaron todo y se fueron en el auto rumbo al campo, a una casita que les asignó el Consejo de Brujos. Al llegar, Gómez no estaba muy emocionado pero Liliana estaba encantada. La casita que les tocó era en realidad una cabaña con techo de paja. Y como no había electricidad en la casa, Liliana tuvo que utilizar magia para casi todo, y para eso Liliana necesita de sus pastillas de caldo para pócimas mágicas para cargar de energía a sus dedos. Sin embargo, cuando se les acabaron las pastillas de caldo comenzaron los verdaderos problemas, pues Liliana tenía que aprender a hacer pócimas mágicas de campo, y ella que es una chica moderna y urbana, ¿qué iba a hacer?

Si quieres saber qué es lo que sucede con Liliana y Gómez tendrás que leer este librito delicioso de Carmen Posadas, lleno de ilustraciones estupendas de Enrique Martínez. Gómez es un gato que no podrás olvidar.

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Liliana, bruja urbana. Carmen Posadas. Ilustraciones de Enrique Martínez. Fondo de Cultura Económica. Colección A la Orilla del Viento. Clasificación: Para los que están aprendiendo a leer. 48 págs.



lunes, 29 de septiembre de 2014

Recomendaciones para jóvenes de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis


Recomendaciones para jóvenes
de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis




La doncella de la sal
(Las crónicas Hellbrunn 1)
F. G. Haghenbeck

Clarissa von Zweig posee el mejor puesto al servicio del príncipe arzobispo Markus Sittikus de Salzburgo: es la doncella virgen del reino. Sólo debe cumplir las tres reglas impuestas por su soberano: alejarse de las tentaciones, cuidarse de los demonios y no morir. La última es la más difícil de las tres. La doncella está rodeada de constantes peligros, pues es el señuelo para atrapar la máxima quimera del arzobispo: un unicornio.

Pero no sólo debe cuidarse de su misterioso soberano. Las fuerzas oscuras están al acecho, y entre misterios y conspiraciones, buscan regresar la oscuridad a la tierra.

F.G. Haghenbeck nació en 1965. Novelista, cuentista y creador de cómics, entre sus libros destacan La libreta perdida de Frida Kahlo (Finalista Premio Casa América 2009, ganadora del premio Groumad 2013 en Francia y Latino Books Award), publicado en veinte países, y El diablo me obligó (Premio Nocte a novela de Terror, España, 2013). Fue coescritor de los cómics Crimson y Superman para DC Comics, y autor de las novelas gráficas Un mexicano en cada hijo, Alternation y Corre Democracia, Corre.

Montena
360 págs.
$299.00




Ana de la Avonlea
L. M. Montgomery

Desde que llegó a Tejas Verdes siendo una imaginativa niña pecosa de 11 años, que a pesar de su facilidad para meterse en líos se ganó el cariño de toda la gente de Avonlea, Ana se está haciendo mayor y llega ahora el momento de convertirse en una joven mujercita. A sus dieciséis años ha madurado mucho, aunque una gran parte de ella sigue siendo tan rebelde como su rojo cabello. En Ana, la de Avonlea, el tierno personaje creado por la canadiense L. M. Montgomery se enfrenta a nuevos retos como maestra de la escuela y fundadora de la Sociedad de Fomento de Avonlea, sociedad juvenil pensada para mejora del lugar. Su imaginación y su vitalidad seguirán haciendo que se vea envuelta en divertidos malentendidos y nuevos problemas que tendrá que resolver. Mientras Ana Shirley se convierte en mujer, sus aventuras y ocurrencias nos divertirán y tocaran nuestro corazón. Esta obra, al igual que toda la serie de Ana Shirley, conjuga los valores de la vida rural y la familia con las cuestiones universales que todos nos planteamos en algún momento, como la pertenencia a una tierra, el valor de la amistad o la esencia del amor.

Lucy Maud Montgomery. Escritora canadiense universalmente conocida por la serie de novelas que narran la vida de Ana Shirley, nació en 1874 en Clifton (actualmente New London), una pequeña ciudad de la Isla del Príncipe Eduardo (Canadá). Tras la muerte de su madre, cuando ella contaba menos de dos años de edad, su padre decidió dejarla a cargo de sus abuelos maternos, en Cavendish, para irse a vivir al oeste del país, donde volvió a casarse. De sus abuelos recibió una educación muy estricta, aunque dicha situación —crecer sola en la casa de dos personas mayores— estimuló su imaginación, provocando la chispa que le haría crear el personaje de Ana Shirley. Completó su formación en el Colegio Príncipe de Gales, en Charlottetown, y entre 1895 y 1896 estudió literatura en la Universidad de Dalhousie, en Halifax, Nueva Escocia. En 1898, tras haber trabajado como maestra en varias escuelas, regresa a Cavendish para cuidar de su abuela, que había quedado viuda. Se casó con Ewan Macdonald, un ministro presbiteriano, y se mudó a Ontario, donde su marido se hizo cargo de una iglesia. La pareja tuvo tres hijos: Chester Cameron, Stuart y Hugh Alexander, quien murió al nacer, en 1914. El resto de su obra la escribió fuera de Prince Edward Island, ya que después de su matrimonio nunca regresó en vida. Falleció en Toronto en abril de 1942 y fue enterrada en el cementerio de Cavendish, cerca del lugar en el que creció. Es en 1898, al regresar a Cavendish para cuidar de su abuela, cuando comienza a escribir los relatos que darían lugar a su mayor creación: la serie de Ana Shirley (ocho libros que narran su vida, desde la niñez hasta la edad madura). El primero de ellos, Ana, la de Tejas Verdes (Anne of Green Gables), publicado originalmente en 1908, narra la llegada de la inteligente y deslenguada Ana —a la que el propio Mark Twain consideró la niña imaginaria más encantadora que se había creado desde la inmortal Alicia de Carroll— a su hogar adoptivo en Avonlea, un pueblecito (ficticio) situado al norte de la Isla del Príncipe Eduardo. Tejas Verdes, la propiedad de Marilla, su madre adoptiva, será el centro de su universo infantil y el lugar donde, al fin, podrá sentirse parte de una familia.

Toromítico
328 págs.

$350.00

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domingo, 28 de septiembre de 2014

Recomendaciones para niños de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis



Recomendaciones para niños
de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis




¡Qué asco de bichos!
El cocodrilo enorme
Roald Dahl

¡Qué asco de bichos!, incluye nueve historias de animales narradas en verso cargadas de ingenio y de humor negro. Las situaciones que viven los personajes son cómicas, aparecen animales que es común encontrar en la literatura infantil como el puerquito...

Alfaguara infantil
Ilustraciones de Quentin Blake
104 págs.
$85.00




Los mejores amigos
Rachel Anderson

Bea, una niña con síndrome de Down, se siente molesta y desplazada cuando Ana, su hermana, llega a casa con una nueva amiga que se burla de ella y piensa que es una tonta. Bea necesita «una mejor amiga» como la de Ana...

Alfaguara infantil
Ilustraciones de Shelagh McNicholas
64 págs.
$85.00




El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica
Juan Villoro

El solitario y temible científico Cremallerus, celoso del prestigio y el encanto del distraído profesor Zíper, emprende contra él una lucha feroz. De sus resultados depende el futuro de Nube Líquida, popular y divertido grupo de rock cuya carrera de éxitos se encuentra en peligro. Gracias al arrojo de Pablo Coyote y a un extraordinario invento de Zíper, la historia transcurre por insospechados caminos en los que se entrelazan los poderes de una ciencia fantástica con los de una imaginación sin límites.

Alfaguara infantil
112 págs.
$95.00

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viernes, 26 de septiembre de 2014

Amadís de anís... Amadís de codorniz, de Francisco Hinojosa





[Literatura Infantil]

Amadís de anís... Amadís de codorniz
de Francisco Hinojosa

Jesús Guerra

Amadís es un niño goloso, comelón, pero eso sí, nomás comía cosas azucaradas, dulces, golosinas, chocolates, pasteles, nieve, mermeladas. En las comidas en su casa, se guardaba la comida salada en las bolsas de su chamarra cuando sus papás estaban distraídos, para llegar de inmediato al postre. Pero lo peor sucedía en la escuela, en donde su olfato lo conducía directo a los dulces de sus compañeros y se los comía de inmediato (los dulces, no a sus compañeros), motivo por el que éstos tenían que andar escondiendo sus golosinas, igual que la propia mamá de Amadís, que tenía que esconder las galletas, los botes de miel y de mermelada, y que don Pedro, el dueño de la tienda del barrio, quien tenía que estar muy atento cuando entraba Amadís.

El colmo fue en el cumpleaños número ocho de Amadís. Como ya todos lo conocían, le llevaron de regalo puros dulces: «cajas de bombones, paletas de grosella, bolsas de chicles, latas de miel de maple, charolas de pastelitos, manzanas cubiertas de dulce, palanquetas de cacahuate y grandes sacos de azúcar pura, blanca, cristalina». ¿Y qué suponen que hizo Amadís con todo esto? Pues sí, se comió todo en menos de una semana.

Una mañana, Amadís despertó convertido en un niño de dulce. Esto no se notaba a simple vista. Amadís se vio en el espejo y se vio igual que siempre, pero despedía olores acaramelados... en donde estuviera Amadís, todos a su alrededor comenzaban a discutir a qué olía el ambiente... ¿a chocolate?, ¿a buñuelos recién hechos?, ¿a dulce de guayaba? Y si Amadís se lamía una mano, un brazo o una rodilla, le sabían a dulces diversos. Amadís estaba desconcertado, pero el problema creció cuando una de sus compañeras, Diana, no pudo resistir la tentación y le mordió un dedo (que sabía riquísimo). Ya no les cuento más. Lean el libro Amadís de anís... Amadís de codorniz para que sepan lo que sucedió después. Lo que sí les puedo asegurar es que se van a divertir mucho.



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Amadís de anís... Amadís de codorniz. Francisco Hinojosa. Ilustraciones de Rafael Barajas, el Fisgón. Fondo de Cultura Económica. Colección A la Orilla del Viento. Clasificación: Para los que empiezan a leer. 48 págs.

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A lo mejor también se te antoja leer los comentarios de otros cuentos de Francisco Hinojosa: