Cuento negro para una negra noche
de Clayton Bess
Jesús Guerra
En un pueblo africano (en Liberia), una noche que se va la luz debido
a una tormenta, un hombre, para entretener a los niños que no pueden salir a
jugar debido a la oscuridad, les cuenta una historia. Pero no es sólo una
historia para divertirlos, es una historia que le sucedió a él y a su familia,
años atrás, cuando él era un niño de unos 10 años, y es una historia que trata
sobre el bien y el mal, en momentos en que éstos se vuelven confusos. Él decide
contarles esta historia a partir de que su hijo le pregunta: «¿Anda el mal por
aquí esta noche, Pá?»
Y el hombre, que se llama Momo, le responde, a él y a los demás niños
que lo escuchan: «Les voy a contar todo acerca del mal. Y también les voy a
contar del bien. Es cosa del corazón. Es la gente y lo que la gente hace. Eso
es el bien y el mal, y es la pura verdad».
Cuando Momo era niño la casa en donde se encuentran no formaba aún
parte del pueblo en donde ahora están, Kakata; era una choza solitaria en medio
de la selva, junto al río, a cientos de metros de la última casa de la aldea.
Ahí vivía él, junto con su mamá (Hawah), con su abuela materna, ciega, y con su
hermana menor, una bebé llamada Meatta. Una noche en que ya estaban encerrados
para dormir, tocaron a la puerta. Eran tres mujeres: la abuela, la madre y la
hija, y la hija era una bebé más o menos de la edad de Meatta. La abuela de
Momo le dijo a su hija que no les abriera, que era peligroso, ¿qué andaban
haciendo esas mujeres de noche en esa zona? Finalmente la madre de Momo decidió
dejar entrar a las mujeres a dormir.
La primera sorpresa que tuvieron Momo y su familia, al amanecer, fue
que las dos mujeres adultas habían desaparecido y habían dejado a la niña. La
segunda sorpresa fue que la pequeña tenía viruela. Y la viruela en esos años
(debe de haber sido a mediados del siglo XX) y en África era una enfermedad
terrible. La decisión que tuvo que enfrentar la madre de Momo consistía en
escoger una de dos soluciones posibles: quedarse con la niña y tratar de
curarla con la esperanza de que ni ella ni sus hijos se contagiaran, o bien
deshacerse de la niña en la selva, lo que equivalía a matarla, o a dejarla
morir.
Esta breve novela para jóvenes es muy interesante porque le muestra al
lector un mundo desconocido, el África que comenzaba a modernizarse pero cuya
modernidad se mezclaba constantemente con la cultura ancestral, con las
religiones antiguas, con las creencias en espíritus de la noche, brujería y
otros asuntos sobrenaturales. Y al mismo tiempo, enfrenta al lector a
cuestionamientos importantes. Nos obliga a preguntarnos ¿qué hubiera hecho yo
en esas circunstancias?
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Cuento negro para una negra noche. Clayton Bess. Ilustraciones de Manuel Ahumada.
Traducción de Rafael Segovia Albán. Fondo de Cultura Económica. Colección A la
Orilla del Viento. México. 78 páginas.
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