[Libros para jóvenes]
El cementerio sin lápidas y otras historias negras
de Neil Gaiman
Jesús Guerra
En el título eso de «y otras historias negras» podría
inducir a pensar que se trata de historias de personas de color, que podrían
ser afroamericanas, o afroeuropeas, o africanas, o negras de América Latina...
Pero eso es un asunto de la versión castellana, pues en realidad en inglés el
libro no se llama así, se llama M is for magic, o sea «M es para magia».
El libro comienza con una introducción del propio autor,
realmente buena, en la cual nos da su punto de vista acerca de la lecturas y de
los géneros literarios que le gustan y que forman parte de este libro. Nos
dice, por ejemplo: «Hay historias que, si las lees a la edad apropiada, te
acompañarán el resto de tu vida». Nos habla de la literatura de terror, de la
fantasía, de la ciencia-ficción, y de los cuentos, los cuales, apunta, «...son
como ventanas diminutas que nos permiten asomarnos a otros mundos, a otras
formas de pensamiento, a otros sueños. Son vehículos que nos transportan hasta
los confines del universo y nos traen de vuelta a casa a tiempo para cenar».
El libro está compuesto por diez relatos y un poema.
Comienzo, pues, por los relatos. El primero es «El caso de los veinticuatro
mirlos». Este cuento es un ejercicio de estilo delicioso. Se trata de un cuento
policiaco, escrito a la manera de la novela policiaca norteamericana de los
años 30 y 40, pero los personajes y algunas de las situaciones son muy
particulares porque han sido tomados de las canciones infantiles tradicionales
inglesas. Esto, claro está, es un problema para los lectores de otras culturas,
así que la traductora se vio en la necesidad de agregar notas para irnos
guiando, a los lectores de lengua castellana, a través de este cuento. Una vez
entendido el juego queda claro el trabajo interesantísimo que desarrolló el
autor en este relato singular y divertido. Esto, por supuesto, se ha hecho
otras veces, piensen en el argumento de la primera película de Shreck,
por ejemplo, en cuanto a la utilización de personajes de cuentos y canciones
tradicionales, o piensen en la cinta de Roger Rabbit, en cuanto al juego del
estilo policiaco. Muy divertido.
El segundo cuento es «El puente del trol». El narrador es
un niño que vive con su familia en un pueblo de la campiña inglesa cercana a
Londres. Son los años 60. Le encanta pasear y explorar los alrededores de la
casa victoriana familiar. Un día se aleja más de lo normal y llega hasta un
puente de ladrillos que nunca había visto. Explora debajo del puente y ahí
encuentra a un trol. El monstruo, un poco triste, le dice que se va a comer su
vida. El niño lo convence de que no lo haga aún, pues todavía le faltan muchas
experiencias, muchos libros qué leer. El trol lo deja ir luego de que el niño
le promete que unos años después regresará. Y esto vuelve a suceder cuando el
narrador es un adolescente de 15 años. Y el narrador regresa siendo un hombre
adulto... El cuento es una verdadera maravilla, pues explora, desde una perspectiva
muy particular y muy rica, lo que quiere decir crecer.
El tercero es «No le preguntes a Jack»; se trata de un
relato inquietante en el cual no sucede nada malo, pero nos deja con la
impresión de que en algún momento, inevitablemente, sucederá. Y está
relacionado con uno de esos muñecos que saltan, por medio de un resorte, de
unas cajas al abrirlas. Como un regalo de broma. A esos muñecos en caja se les
llama en inglés «Jack in the box», Jack en la caja. A uno de esos Jack se
refiere este relato, más bien ambiental.
Luego viene «Cómo vender el puente de Ponti». Hay una
historia real que está detrás de este relato: la famosa venta de la torre
Eiffel durante los años 20 del siglo pasado. Este relato, en el que un grupo de
estafadores pertenecientes a un Club de Granujas interplanetario platican sobre
sus trabajos, cuenta la historia de la venta de un puente construido con magia
y piedras preciosas, una venta fraudulenta, al igual que la de la torre Eiffel.
Lo interesante es que está contado desde la perspectiva del estafador.
Después tenemos «La presidencia de Octubre». Los meses
están reunidos alrededor de una hoguera. Es el turno de Octubre de ser el
presidente de la junta. Todos los meses pueden contar la historia que quieran,
pero el presidente es el último, y quien debe de contar el mejor. Octubre
cuenta el relato de un niño que se escapa de su casa. Es un cuento sobre la
soledad, la incomprensión y las fantasías infantiles, pero es también un cuento
de fantasmas, a la vez escalofriante, de una gran ternura, y con un final
abierto de muchas posibilidades.
Viene después «Caballería», un cuento verdaderamente
delicioso. Una viuda pensionada inglesa que acostumbra comprar libros y objetos
usados en una tienda del barrio, encuentra el Santo Grial en la tienda y lo
compra. Tanto quien lo vende como ella creen que se trata sólo de una copa que
se ve bien. Sir Galahad, con armadura y caballo, llega a su puerta unos días
después tratando de que la buena señora le permita llevarse el Grial. Las
situaciones y los diálogos son maravillosos. Y el final sorprendente y tierno.
Sin duda alguna, uno de mis cuentos preferidos de este libro.
El séptimo cuento es «El precio», en el cual el narrador
es un escritor, un alter ego del propio autor, quizá. Este escritor vive
en una casa en el campo, con su familia, a las afueras de los suburbios de una
gran ciudad. Muchos gatos abandonados por habitantes de la ciudad llegan a su
casa, y él y su familia los recogen y se hacen cargo de ellos por un tiempo,
algunos se quedan, otros mueren, otros simplemente se van. Pero hay un caso
particular, un gato negro, muy bonito, que prefiere dormir sobre un colchón en
la cochera, y casi todas las mañanas amanece herido. Al escritor esto le llama
la atención así que lo mete durante unos días al sótano y no lo deja salir,
para que se reponga. Pero entonces se da cuenta que durante esos días les va
muy mal a él y a su familia. Cuando el gato está ya muy inquieto, el escritor
lo vuelve a sacar a su lugar preferido, y vuelve a amanecer herido. Así que el
escritor decide vigilar en la noche, con unos lentes de visión nocturna. Y lo
que ve lo aterroriza...
El octavo es «Cómo hablar con las chicas en las fiestas».
Está ubicado en los años 70. El narrador y su amigo son dos jóvenes ingleses de
15 años de edad, y una noche el amigo del narrador casi lo obliga a acompañarlo
a una fiesta. El narrador es tímido y no sabe cómo ni de qué hablar con las
muchachas. Su amigo es un joven mucho más seguro. A la fiesta ni siquiera los
han invitado, simplemente saben que alguien dará una fiesta y saben más o menos
cómo llegar. Cuando llegan les abre la puerta una jovencita guapísima y el
amigo del narrador logra que los dejen pasar. Las chicas de la fiesta son muy
amables, aunque raras, y los dos amigos logran platicar con algunas de ellas.
Pero esa no era la fiesta que ellos buscaban. Y las chicas no son lo que
parecen...
Viene después «El pájaro del sol». Trata de la búsqueda
especial de cinco personajes extraños, miembros del Club Epicúreo. Cuatro
hombres y una mujer, ya todos adultos maduros, acostumbrados a los grandes y
más sofisticados placeres, especialmente la gastronomía. En una junta casi
todos están de acuerdo en que ya lo han probado todo. Pero uno de ellos está en
desacuerdo. Dice que les falta probar el pájaro del sol de la Ciudad del Sol,
lugar que se encuentra, ahora, en un barrio del moderno Cairo, en Egipto. El
cuento incluye el acuerdo para el viaje, el viaje, los preparativos para cazar
al animal, la receta para prepararlo y una escena alucinante de lo que ocurre
cuando los miembros del club se comen al deseado animal. El cuento es
particularmente divertido, entre otras cosas, porque tiene un humor similar al
del escritor francés Boris Vian. Un cuento fantástico narrado con un negro
sentido del humor. Éste es, sin duda, otro de mis cuentos preferidos del
libro.
El último relato se llama «La lápida de la bruja», y es un
cuento que pasó luego a formar parte del siguiente libro de Neil Gaiman, la
novela El libro del cementerio, que ya comentamos en este blog (si
quieres leer la reseña haz clic aquí).
El libro cierra con el poema, llamado «Instrucciones»,
realmente bellísimo. Se trata, en efecto, de las instrucciones para un pequeño
viaje de exploración por un bosque que comienza detrás de una casa... pero si
tenemos en cuenta que todo viaje es una metáfora de la vida, este poema parece
decirnos cómo vivir, y nos lo dice de una manera mágica. El autor dice en la
introducción que el poema es sobre «cómo debes de comportarte si de pronto te
encuentras metido en un cuento de hadas».
La verdad, El cementerio sin lápidas y otras historias
negras es un libro imprescindible.
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El cementerio sin lápidas y otras
historias negras.
Neil Gaiman. Traducción de Mónica Faerna. Roca Editorial. 224 págs.
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