miércoles, 30 de mayo de 2018

Recomendaciones para jóvenes de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis



Recomendaciones para jóvenes
de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis




El instante amarillo
Bernardo Fernández, Bef

María es una chica de 13 años que la pasa bastante mal en la escuela y también en su casa, donde los conflictos entre sus padres la afectan de manera cotidiana y directa. Es una gran dibujante, pero las matemáticas no se le dan muy bien. Tampoco encaja entre las chicas populares y fiesteras, así que para ella su lugar en el mundo todavía no está muy claro. Pero entonces conoce a otra María, «la mamá del monstruo». Una María que vivió en el siglo XIX y que cambio para siempre las historias de terror que leemos. Identificada con su tocaya, María se reconciliará con su propio monstruo para forjarse un camino y un sitio memorables.

Bernardo Fernández, Bef, es narrador y dibujante de cómics. Ha publicado las novelas Ojos de lagarto, Gel azul, El ladrón de sueños, Tiempo de alacranes (Premio Nacional de Novela Otra Vuelta de Tuerca y Premio Memorial Silverio Cañada en la Semana Negra de Gijón), Hielo negro, Cuello blanco y Bajo la máscara; los libros infantiles Soy el robot, Vacaciones en Marte , ¡Groar! y Cuentos de hadas para conejos, así como la colección de cómics Monorama 1 y 2, y las novelas gráficas Espiral, Uncle Bill y La calavera de cristal (esta última, en coautoría con Juan Villoro). Parte de su obra narrativa se ha traducido al inglés, francés, alemán, holandés y chino.

Océano
Historias Gráficas
204 págs.

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El siglo XX
Marcelo Birmajer

En el siglo XX aún se conservan tradiciones antiguas: la gente escoge con quien casarse, hay cines y bares, y el homicidio es algo común. Cuando Eziel, a punto de convertirse en un hombre de su tribu, tiene que salir huyendo de Asrod, descubre que el siglo XX es mucho más de lo que había imaginado.

Eziel primero sintió la barriga fofa de Maki dejando entrar el arma. Luego sobrevino el ruido inverosímil y la sangre manchándole las manos. Por un momento, pensó que el muerto era él. pero vio a Maki desplomarse sobre la tierra. respiraba y boqueaba como un pescado. Se había alejado de su tribu de un modo que no tenía retorno.

El autor nació en Buenos Aires, Argentina, en 1966. Ha publicado varias novelas y cuentos, entre ellos, Un crimen secundario, El alma al diablo, Fábulas salvajes, El fuego más alto, Ser humano y otras desgracias, Historias de hombres casados, es autor, también, de numerosos libretos cinematográficos y teatrales por los que ha obtenido diversos premios. Ha ejercidos el oficio de redactor y colaborador en más de una cincuenta de medios gráficos de habla hispana y ha publicado artículo y cuentos en diversas revistas y diarios. Algunos de sus libros has sido traducidos al alemán y al italiano.

Fondo de Cultura Económica
Colección A Través del Espejo
128 págs.

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Diccionario de mitos clásicos
Aurelio González Ovies y María García Esperón
Ilustraciones de Amanda Mijangos

De la A de Aracne a la Z de Zeus, este diccionario presenta un selectivo abecedario de divinidades, personajes y anécdotas de la Antigüedad grecolatina. Y con todas las letras, en prosa y en verso, corrobora que los mitos siempre son tan actuales como la luz del sol, tan fascinantes como el fulgor de las estrellas y tan necesarios como el verdor de la naturaleza. Un repertorio de protagonistas que nos hablan de los valores esenciales de nuestra cultura y un viaje apasionante en busca de nuestros mejores orígenes.

Ediciones El Naranjo
Colección Los Clásicos del Naranjo
176 págs.

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martes, 29 de mayo de 2018

Recomendaciones para niños de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis


Recomendaciones para niños
de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis




Marte y las princesas voladoras
María Baranda

Mosi es una niña diferente; aunque ya tiene ocho años aún no se sabe el abecedario y va a una escuela especial. No todos la entienden, pero comparte con su familia un mundo lleno de juegos, poemas y canciones donde todo es lo que no es y al revés. Su hermana Lorna nos cuenta su historia y traduce a Mosi para el mundo.

María Baranda es una poeta mexicana que por su obra ha recibido muchos reconocimientos, como el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes. Con esta historia no sólo nos sumerge en el universo mágico de Mosi, sino también en el sabor de la prosa poética.

Elena Odriozola nació en San Sebastián, España. Trabajó en publicidad, primero como montadora y más tarde como directora de arte. Desde 1998 se dedica por completo a la ilustración. En 2006 ganó el segundo premio a Las Mejores Ilustraciones de Libros Infantiles y Juveniles editados en España.

Fondo de Cultura Económica
Colección A la Orilla del Viento
Ilustraciones de Elena Odriozola
35 págs.

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El mago desinventor
Marco Túlio Costa

El mago desinventor cree que la tecnología es responsable de los males de la humanidad, así que empieza a desaparecer los televisores, los teléfonos, los autos, los aviones; entonces, una pandilla comandada por Piloto de Cosas decide descubrir quién es el responsable... y en su camino conocerán distintos mundos.

Marco Túlio Costa nació en Brasil. Ha recibido varios reconocimientos por sus libros para niños. Participó en el grupo fundador de la revista Prototipo, en Minas Gerais.

Ricardo Radosh nació en México. Estudió diseño de la comunicación gráfica en la Universidad Autónoma Metropolitana y ahora ilustra libros y colabora en revistas.

Fondo de Cultura Económica
Colección A la Orilla del Viento
Ilustraciones de Ricardo Radosh
260 págs.

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Corre con Caballos
Brian Burks

Corre con Caballos es parte del último grupo de apaches chiricahua que, en 1886, continúa resistiendo al ejército estadunidense. Como apache, su formación es muy dura y sabe que debe soportar grandes dificultades y dolores. Corre con Caballos está listo para convertirse en guerrero, pero antes de su penúltima prueba su padre le da una inesperada noticia: los chiricahua se rendirán.

¿Cómo se convertirá ahora en guerrero? ¿Cómo contarán historias sobre su valentía? ¿Cómo se hará merecedor de una esposa? ¿Cómo podrá convertirse en hombre?

Brian Burks nació y vive en los Estados Unidos. Su interés en la historia del último grupo de apaches chiricahua lo llevó a escribir esta novela. Entre sus muchas ocupaciones ha sido vaquero, herrero y conductor de ambulancias. Cuando no está escribiendo se dedica a sus labores como ranchero, domador de caballos y músico profesional.

Ricardo Peláez nació en la Ciudad de México. Estudió diseño gráfico en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM y se dedica a ilustrar libros, revistas, periódicos y otras publicaciones.

Fondo de Cultura Económica
Colección A la Orilla del Viento
Ilustraciones de Ricardo Peláez
96 págs.

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domingo, 13 de mayo de 2018

De Domingo a Lunes, de Francisco Hinojosa





De Domingo a Lunes
de Francisco Hinojosa

Jesús Guerra

De Domingo a Lunes es un cuento de Francisco Hinojosa, sin duda uno de los escritores preferidos de muchos niños y jóvenes mexicanos, y de él han aparecido en este blog comentarios de algunos de sus libros: Léperas contra mocosos, La peor señora del mundo, A golpe de calcetín, La fórmula del doctor Funes, Aníbal y Melquiades, Amadís de anís... Amadís de codorniz, Buscalacranes, y, para jóvenes, Con los ojos abiertos (si haces clic aquí abrirás la página con el comentario de su libro Buscalacranes, y en la parte inferior encontrarás las ligas a los comentarios de sus otros libros).

Les platico un poco de qué trata De Domingo a Lunes: en un lugar llamado Groentalia, un señor de nombre Juan Domingo Águila, que tiene muchísimo dinero, acostumbra hacerle regalos maravillosos al primer niño o niña que nace el primero de enero de cada año. Son regalos que se han vuelto famosos en el mundo. El autor nos dice que: «A su primer ahijado, de nombre Arnulfo, le dio un ferrocarril de juguete que recorría casi un kilómetro y pasaba por puentes, túneles, montañas, pueblos, desiertos y lagos en miniatura».

A otra ahijada, llamada Grunilla, «le regaló una máquina llamada Caja Golosa», y era una pequeña fábrica de golosinas verdaderamente fantástica. A otra ahijada, llamada Cristalina, le regaló un parque de diversiones completo. A Gelasio le regaló un enorme acuario, construido junto al parque de diversiones de Cristalina, en el que se podían admirar desde los animales marinos más pequeños, como los caballitos de mar, hasta animales grandísimos, como las mantarrayas gigantes.

Y en el siguiente primero de enero, el primer niño del año fue el hijo de Fortunato Feliz y de su esposa Estrella. Y como el niño nació en lunes, le pusieron así: Lunes Feliz. Fue un golpe de suerte maravilloso para Fortunato y Estrella, pues la verdad es que eran muy pobres. El día de la premiación, un chofer pasó por la familia Feliz, los llevó a la mansión del señor Juan Domingo Águila, y éste, después de las fotos y la conferencia de prensa, los llevó a la costa, y de ahí en barco a una media hora de distancia, a una pequeña isla en donde había mandado construir una casa enorme, la cual tenía, en el exterior, corrales con vacas y caballos, y en la huerta plantas de todas y árboles de frutas exóticas y deliciosas, y había un parque con juegos. Los Feliz le hacían honor a su apellido. Cuando Domingo Águila se despidió de ellos, les recordó que lo único que les pedía a cambio era que no faltaran a las comidas que les ofrecía a todos sus ahijados y a sus papás, cada 31 de diciembre. Fortunato y Estrella dijeron que ahí estarían...

Pero no pudieron estar ahí, ni ese 31 de enero ni los siguientes, porque cuando se le acabó la gasolina al pequeño barco que estaba en la isla, Fortunato se dio cuenta de que la gente que trabajaba para el señor Águila debió haber olvidado dejarles una reserva, así que durante los siguientes 12 años los Feliz vivieron separados del mundo. Muy contentos, eso sí, pues en su isla tenían todo lo necesario. Lo único malo de su situación era que, al no tener contacto con otras personas, Lunes, por ejemplo, no conocía a otros niños de su edad, aunque para remediar la falta de escuela sus papás se encargaron de educarlo.

Cuando Lunes tenía 12 años ocurrió una tragedia. Por la isla pasó un fuerte huracán que desprendió árboles del suelo y destruyó gran parte de la casa de los Feliz. Y cuando el huracán se calmó, escucharon un ruido extraño, Fortunato y su esposa decidieron salir a ver qué sucedía y le pidieron a Lunes que se quedara escondido bajo la mesa del comedor. Pues lo que pasaba por ahí era una enorme parvada de aves negras que oscurecieron el día como si fuera de noche. Luego transcurrieron horas y horas, y los papás de Lunes no regresaban. Y cuando Lunes salió de la casa, no encontró rastro alguno de sus padres. ¿Qué iba a hacer? Los buscó por toda la isla, que era muy pequeñita, y no los encontró. Supo entonces que tendría que ir a buscar a su padrino, Juan Domingo Águila, para pedirle que lo ayudara a buscar a sus papás. El problema era, ¿cómo llegar hasta la costa de Groentalia?

Y hasta aquí llegamos... Ya no puedo contarles más, salvo que es en este punto en donde comienzan las verdaderas aventuras de Lunes Feliz. También les puedo decir que De Domingo a Lunes es un cuento interesantísimo, sumamente entretenido, que se deja leer muy rápido, porque todo el tiempo queremos saber qué más sigue, hasta que llegamos al final.

Mi recomendación es que consigan este libro de inmediato y lo lean tan pronto puedan porque, la verdad, lo van a disfrutar muchísimo. Pero también les recomiendo que compren otros libros de este autor, si es que no los han leído ya, pues les va a encantar.

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De Domingo a Lunes. Francisco Hinojosa. Ilustraciones de Rafael Barajas, el Fisgón. Fondo de Cultura Económica, colección A la Orilla del Viento. Clasificación: Para los que Leen Bien. (Se puede conseguir tanto en formato de libro impreso como de libro electrónico.) 124 págs.



viernes, 4 de mayo de 2018

Tito y el misterioso Amicus, Joel Franz Rosell






Tito y el misterioso Amicus
Joel Franz Rosell

Jesús Guerra

A Úrsula, la abuela de Tito, se le cumplió uno de su deseo más grande: recuperar la mansión de su infancia y juventud, ubicada en un pueblo cercano a la ciudad en donde vivían Tito y su familia. Así que, en las vacaciones, la familia de Tito —su papá, su mamá, Damián (su hermano mayor)— y él se fueron a la casa de la abuela. Pero a Tito la idea no le gustaba mucho, pues suponía que en ese lugar no habría gran cosa qué hacer.

Al llegar, todos encontraron de inmediato que podían realizar lo que más les gustaba o lo que sabían que debían hacer: su hermano mayor se iba todos los días al mar, que estaba a unos cuantos minutos de distancia, a nadar y a hacer surf. Su padre, todas las mañanas se levantaba temprano para ir hasta las montañas, que también estaban muy cerca, para escalarlas. Y su mamá se instaló frente a la computadora para ver si en esos días lograba terminar su tesis de doctorado. Sólo Tito vagaba por la casa y el patio sin saber muy bien qué hacer. Además, como era un chavo de ciudad y para colmo tímido, no se le ocurría hacer lo que otros chavos hacen de manera natural, como subirse a los árboles o ir a la alberca del pueblo a nadar, a pesar de que Tito sabía nadar de manera aceptable.

Para empeorar su aburrimiento, después de las comidas, debido al calor, tanto su abuela como su madre se acostaban a dormir la siesta, la cual no duraba menos de dos horas. Y a su abuela le encantaba. Era como si esperara toda la mañana ese delicioso momento de la tarde.

A pesar de todo, la abuela de Tito parecía tener un cierto don para lo maravilloso, que nadie de la familia notaba, sólo Tito, que la miraba intrigado y se daba cuenta de pequeños detalles. Por ejemplo, a veces la abuela para detener una discusión o por darle gusto a su familia, les ponía sobre la mesa un postre recién hecho, aún caliente... pero Tito había notado que en ningún momento estuvo encendida la estufa... Extraño. En una ocasión entró Úrsula, con Tito junto a ella, a un cuarto que no parecía estar ahí... Muy extraño...

Pero las vacaciones de Tito comenzaron a cambiar una tarde, a la hora en que su madre y su abuela dormían su siesta. Por ahí apareció un chavo que por algún motivo se hizo amigo instantáneo de Tito. Y para un niño tímido como Tito, estas cosas son casi milagrosas, porque Tito de inmediato se sintió cómodo con su nuevo amigo. Y este amigo, que de momento parecía negarse a responder determinadas preguntas de Tito, incluso a decirle cómo se llamaba, le habló, por ejemplo, de los árboles del patio trasero, de cómo se quemó un pino, y de cómo Tito debería de subirse a algunos de esos árboles... Y con el paso de los días, este amigo, que una tarde le dijo que podía llamarlo Amicus, le enseñó muchas cosas a Tito. Pero Amicus tenía la costumbre de llegar y de marcharse de manera imprevisible.

Algunas tardes Tito esperaba a Amicus por un buen rato y éste no llegaba; otras veces, Tito se atrevía a hacer alguna cosa particularmente complicada para él, y Amicus llegaba, lo ayudaba de alguna manera extravagante, o simplemente le decía cómo resolver algo, y se volvía a ir... ¿Por qué era así Amicus, y por qué no le decía su verdadero nombre, pues Amicus no es un nombre? ¿Por qué era tan misterioso? Tito no lo entendía. Y cuando Tito le habló de su extraño amigo a su abuela, ésta se comportó de una manera muy enigmática... Si quieres saber por qué Amicus se comportaba así, y qué sucedió con el resto de las vacaciones de Tito, que se volvieron extraordinarias, tendrás que conseguir este libro espléndido y misterioso, divertido y emocionante, y leerlo hasta la última página. Y ni cuenta te vas a dar, de repente ya lo habrás acabado, y hasta lo vas a querer leer otra vez.

Ya han aparecido en este blog comentarios de dos libros de este escritor e ilustrador cubano, Joel Franz Rosell, igualmente espléndidos: Concierto No. 7 para violín y brujas y La leyenda de Taita Osongo. Te recomiendo que las leas, pues ahí encontrarás algunos datos biográficos y una buena parte de los títulos de los otros muchos libros que ha escrito este muy recomendable autor.

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Tito y el misterioso Amicus. Joel Franz Rosell. Ilustraciones de Luis Safa. Fondo de Cultura Económica, colección A la Orilla del Tiempo. Clasificación: «Para los que leen bien». México, 2017. 112 págs.