domingo, 7 de agosto de 2016

Harry Potter y el legado maldito, de JK Rowling





Harry Potter and the Cursed Child
(Harry Potter y el legado maldito)
de J.K. Rowling, John Tiffany y Jack Thorne

Jesús Guerra

La puesta en escena
Desde el año 2013 comenzaron a aparecer noticias relacionadas con la posibilidad de que se montara una obra de teatro, en Londres, Inglaterra, con una nueva historia del mundo de Harry Potter. Primero se dijo que podría ser una precuela. Luego, simplemente se dijo que era una historia original que, si bien tendría como personaje a Harry Potter y a sus amigos, sería una historia que estaría fuera de la serie de las siete novelas que conocemos. Se dijo también que la autora de los libros, J.K. Rowling estaría involucrada en la producción. Para fines de ese mismo año se pusieron a la venta en internet los primeros boletos para el estreno, cuya fecha se fijó para el 31 de julio de 2016. El 31 de julio, vale la pena apuntarlo para quienes no lo recuerdan, es el cumpleaños de Harry Potter, y también de su autora.

A partir de ahí, el mundo más o menos volvió a olvidarse de Harry Potter en términos de noticia, hasta aproximadamente el segundo trimestre de este año, cuando se volvió a hablar de la obra, que ya estaba bastante próxima a estrenarse, y se puso en preventa el libro con el libreto original. El libro se publicaría, en inglés, el mismo día del estreno de la obra de teatro en Londres. Desde este punto, tenemos dos historias que contar, la de la obra, es decir la de la puesta en escena, las representaciones, y la del libro mismo.

Comencemos por la puesta en escena. La obra se estrenó con un éxito absoluto de público y de crítica. Aunque cada crítico y cada espectador tiene su punto de vista, todo mundo coincide en que se trata de una obra espléndida, espectacular y completamente mágica. Los espectadores que han sido entrevistados por la prensa inglesa a la salida de la función dicen que es un espectáculo increíble. La obra está dividida en dos partes, y tiene, digamos, la duración de dos obras teatrales. En total, la función de las dos partes dura un poco más de cinco horas. Y, de hecho, para ver las dos, el público tiene que comprar dos boletos, puesto que son en realidad dos obras. Los productores recomiendan que se vean el mismo día, pero sugieren que también se puede ver la primera parte un día y la continuación el día siguiente. La idea, claro, es que no se les olviden los detalles a los espectadores. Hasta el momento se ha anunciado que la temporada durará hasta diciembre del año próximo, es decir que será una temporada de 17 meses. Lo más probable es que siga, pero eso no es seguro aún.

Se ha hablado ya de que para principios o mediados de 2017 se estrenará también en Nueva York. Y podemos suponer que para 2017 o 2018, varios países más montarán también la obra, en diferentes lenguas. Por lo pronto, para la versión original, ésta de Londres, dirigida por John Tiffany, y escrita por Jack Thorne, a partir de una historia original escrita por ellos dos y J.K. Rowling, ya se han vendido más de 250 mil boletos, lo que equivale a muchos meses de representaciones, con lleno total, pues hasta donde tengo entendido el teatro Palace tiene 300 asientos. Los boletos tienen costos, según la ubicación de la butaca, de entre 15 y 70 libras esterlinas, que a un precio aproximado de 24.5 pesos mexicanos por libra, quiere decir que andan entre los 368 y los 1,715 pesos mexicanos. Si estás en los mejores asientos, pagas entonces 140 libras, o sea 3,430 pesos mexicanos. Pero esos son los precios normales del teatro allá, no son precios específicos de esta obra de Harry Potter.

Obviamente, y teniendo en cuenta que a la obra están asistiendo espectadores de todo el mundo, pues hay quienes han ido a Londres exclusivamente a verla, la reventa comenzó a hacer de las suyas, y boletos cuyo precio oficial era de 70 libras han comenzado a venderse en Internet entre las 1,000 y las 3,000 libras estrerlinas. Es decir, entre 24,500 y 73,500 pesos mexicanos. Los productores han dicho que están tomando cartas en el asunto pues no les interesa que se produzcan abusos de ese tipo relacionados con una obra de Harry Potter.

Está claro que la puesta en escena de esta obra, cuyo título oficial en español es Harry Potter y el Legado Maldito, está siendo un éxito rotundo...

El libro
Hablemos ahora del libro. Como la mayor parte de los habitantes de este planeta no va a tomar un avión e ir a Londres a ver la puesta en escena, los autores de la misma decidieron poner a la venta el libreto, lo cual a mí me parece una excelente decisión. La versión original, es decir, en inglés, en sólo dos días vendió 680 mil ejemplares en Inglaterra, y dos millones de ejemplares en Estados Unidos. Y si bien esas ventas están por debajo de los ejemplares vendidos de los últimos tomos de la serie de novelas, para tratarse del libreto de una obra teatral, este libro está rompiendo récords. De hecho, se trata de cantidades que muy pocos títulos —realmente muy pocos— alcanzan a esa velocidad.

La traducción al español está anunciada, por lo menos en su versión digital, para el 28 de septiembre próximo. Tomen nota los interesados. De hecho, pueden ya comprarlo en preventa en tiendas digitales como iBooks. Puedo suponer que se venderá también en Google Play y en Amazon. No sé hasta el momento si para esa fecha se venderá también en formato de papel, pero pueden buscar esa información en Internet o en su librería preferida.

Compré el libro en inglés, Harry Potter and the Cursed Child, tan pronto apareció. Lo leí de inmediato. Recuerden que salió a la venta el 31 de julio pasado. Para el día siguiente ya hervía Internet con comentarios sobre el libro, comentarios de todo tipo, escritos sobre todo por sus fans más apasionados, pero también por sus más acérrimos enemigos. Y tanto entre unos como entre otros, había declaraciones de amor al libro, lectores desilusionados, críticos feroces, pero también había lectores confundidos.

A partir de gran cantidad de los reclamos y de las sorpresas de muchos de los lectores, sobre todo lectores jóvenes, obviamente, decidí hacer las siguientes aclaraciones, para preparar a los próximos lectores de la obra, traducida al español —que muy pronto estará a la venta. Lo repito: el 28 de septiembre próximo sale a la venta en español, por lo menos, aclaro, en formato digital, pero supongo que también impreso—. Bueno, vuelvo a lo de las aclaraciones. En primer lugar, no es una novela. No es ni una novela original ni la novelización de la obra de teatro. El libro contiene el libreto, es decir el texto de la obra teatral, tal y como se escriben las obras de teatro. Y las obras de teatro, como saben todos los que han leído alguna, son sobre todo diálogos, más algunas pocas indicaciones, en dónde se desarrolla la escena, qué hacen físicamente los personajes (es decir, los actores que interpretan a los personajes), que objetos importantes para la escena están en el escenario, etcétera. Porque las obras de teatro, si bien son literatura en sí mismas, y por eso están en las librerías y en las bibliotecas las obras de grandes autores teatrales, están pensadas para ser presenciadas, es decir vistas y escuchadas en un escenario, con una puesta en escena dirigida por un director teatral, con actores, vestuarios, decorados, efectos de iluminación, sonidos, música, etcétera.

Aunque parece obvio, hay que aclárarselo a algunos lectores, para que no se sientan defraudados al leerla. Uno, como lector de obras teatrales, tiene que emplear la imaginación, al igual que cuando leemos novelas.

Segundo, la obra no está escrita por J.K. Rowling, pero sí la historia. Es decir, para escribir una obra teatral primero hay que tener una historia que contar. Esta historia, este argumento, fue escrito por J.K. Rowling, John Tiffany y Jack Thorne. Luego, esta historia la escribió, ya en el formato de teatro, Jack Thorne. Y el tercer autor, John Tiffany, es quien dirigió la puesta en escena. Es decir, él es el direcor de la obra.

Por supuesto, es lógico pensar que si J.K. Rowling estuvo envuelta en la creación del argumento, y se trata de sus personajes, ella debió de haberle dado una «pasadita» a la obra. Eso yo lo supongo pero, lógicamente, no lo puedo asegurar. El caso es que esta obra está considerada, oficialmente, como la octava historia de Harry Potter, aunque está fuera de la serie de novelas.

Por otra parte, era algo lógico, la historia de Harry Potter está narrada en siete novelas, y está también adaptada al cine. Así que suena como un experimento natural y sumamente interesante tener una obra de teatro del mundo de este personaje tan exitoso.

La obra comienza con la misma escena que está al final de la séptima novela. Cuando Harry Potter, de 37 años de edad, y su esposa, Ginny —la hermana de Ron—, llevan a su hijo más pequeño (porque tienen dos anteriores), llamado Albus Severus Potter, a la estación a tomar el tren para Howarts. Albus tiene 11 años. Y en el tren se hace amigo de un niño de su edad, que también va por primera vez a la escuela de magia, llamado Scorpius. Y de apellido... Malfoy.

En efecto, Scorpius es el hijo de Draco Malfoy. Más tarde, en una sola escena, que en la puesta en escena debe ser espectacular, pasan cuatro años, pues lo importante de esta historia sucede cuando Albus y Scorpius tienen 14, y están, por lo tanto, en el cuarto año de estudios de la escuela para magos y brujas.

En realidad no les quiero contar nada de esta historia para que ustedes disfruten descubriéndola cuando la lean, pero sí puedo y quiero decirles lo siguiente. A mí me encantó. Además, logra un equilibrio entre lo nuevo y lo ya conocido, pues por ciertas características de esta historia, revisitamos algunas de las escenas importantes de la historia que ya conocemos de Harry Potter y sus amigos cuando eran jóvenes, y por otro lado, tenemos esta historia completamente nueva, pero relacionada con la anterior, en la que los personajes principales son Albus, Scorpius, y en mucho menor medida por Rose, la hija de Hermione y Ron.

Es decir que tanto los personajes como los lectores-espectadores volvemos a ese escenario maravilloso que es el castillo Hogwarts, y reencontramos a Minerva McGonagall, que es ahora la directora, y conocemos a personajes nuevos, de la siguiente generación, y reencontramos a los personajes conocidos, como Harry, Ron, Hermione, Ginny y Draco, pero ahora convertidos en padres de familia, de 40 años, que son funcionarios, unos, y amas de casa, otras. Hermione, por ejemplo, es la Ministra de Magia. El argumento es bastante complejo, y muy ingenioso, así que nos mantiene muy entretenidos, y los diálogos son, en general, muy divertidos.

No crean que por ser una obra de teatro es un libro delgadito. Recuerden que en realidad son dos obras, es decir dos partes, y cada parte tiene la duración de una obra normal. Es un libro de 328 páginas en la edición norteamericana. Y la edición en español, según está anunciada, tiene 336 páginas. Así que prepárense para disfrutar de la octava historia, la obra de teatro llamada Harry Potter y el legado maldito. Les aseguro que la van a disfrutar.

Una nota final
Este libro dice que es la edición especial del libreto de ensayos. Durante los ensayos de una obra se pueden ir haciendo ajustes y cambios, así que después saldrá la «edición definitiva», aunque en términos de argumento no creo que cambie nada. Puede haber, eso sí, ajustes en algunas acciones y, sobre todo, en los diálogos. Ese nuevo libro que aparecerá hasta el año próximo será, en realidad, para los coleccionistas y los fans de hueso colorado de Harry Potter.

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Harry Potter and the Cursed Child (parts one and two). J.K. Rowling, John Tiffany & Jack Thorne. Arthur A. Levine Books (an imprint of Scholastic Inc.). Primera edición, julio de 2016. 328 págs.




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