Vampiras 07
«La última tumba de Lill Warran» de Manly Wade Wellman y «Almas en
pena», de Seabury Quinn
Jesús Guerra
Con esta entrada termino mis comentarios de los cuentos de la
antología Vampiras, una obra que compila 16 cuentos sobre mujeres
vampiro, publicado en español por la Editorial Valdemar. Se trata de un libro
francamente interesante compuesto por cuentos estupendos. Ahora bien, una buena
parte de esos cuentos se pueden conseguir compilados en otras antologías o
incluso se puede, en algunos casos, conseguir en Internet, para bajar o para
leer en línea. Es cuestión de buscarlos. La ventaja de este libro (o de estos
libros, pues existe en dos colecciones diferentes, Gótica —la de lujo— y El Club
Diógenes —la de bolsillo) es que están todos juntos. La verdad es que vale la
pena conseguir un ejemplar de alguna de estas ediciones, les aseguro que lo van
a disfrutar mucho. Terminamos esta reseña, entonces, con los comentarios de los
relatos «La última tumba de Lill Warran» de Manly Wade Wellman y «Almas en
pena», de Seabury Quinn:
El primero (que es en realidad el cuento número doce del libro) es «La
última tumba de Lill Warran», de Manly Wade Wellman. El investigador de lo
paranormal John Thunstone llega a un pueblo en los bosques de Sanhill para
indagar sobre el caso de una mujer muerta recientemente. Pregunta aquí y allá y
en todas partes le dicen lo mismo, que Lill Warran, una mujer bellísima, que
hacía perder la cabeza a cualquier hombre, era odiada por los viejos y las
mujeres y temida por los niños, y que, aunque a nadie le constaba de manera
directa, todos decían que era bruja. Al parecer era uno de esos casos en que
los rumores son más fuertes que los hechos. Lo que sí parecía cierto era que la
habían enterrado dos veces, y esas mismas dos veces alguien la había
desenterrado. Finalmente le dicen al investigador cómo llegar a la cabaña de un
hombre llamado Zari Parrell, al parecer el último hombre que amó a Lill Warran.
![]() |
Manly Wade Wellman |
Al llegar a la cabaña, Parrell recibe a Thunstone con desconfianza. El
investigador lo tranquiliza y Parrell le cuenta su versión de los hechos, que
son similares a los que ya conoce Thunstone. Pero Parrell está muy enojado con
los desconocidos que han desenterrado dos veces a su amada Lill. Y todo por
creer que ella era bruja. Parral ha enterrado finalmente a Lill en su propio
terreno, a varios metros de la entrada de su cabaña, y le ha colocado una
lápida. Cuando terminan de hablar, ya es de noche, así que Parrell invita a
Thunstone a que pase ahí la noche, y el investigador acepta. Pero acepta
porque, según lo que ha deducido a partir de lo que le han dicho, está seguro
de que algo va a suceder ahí esa noche… y en efecto sucede, pero no se los voy
a platicar.
«La última tumba de Lill Warran» es un cuento muy efectivo, con mucha
información interesante y un desenlace sorprendente. Su autor, Manly Wade
Wellman, es el único que tiene dos narraciones en esta antología. El otro
cuento es «Cuando había luz de luna», que ya comenté en otra entrada de este
blog. Este escritor nació en 1903 y murió en 1986. Escribió muchísimo y en
diversos géneros, aunque sobresale su obra en los campos de la ciencia-ficción,
la fantasía y el terror. También escribió guiones para cómics, obras del Oeste,
ficción histórica, narraciones de detectives, novelas para jóvenes y libros de
no ficción. Fue muy amigo del escritor Seabury Quinn, de quien a continuación
voy a comentar un cuento suyo incluido en esta antología.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuTd6Nfgpj8oDhe-5vHQus0jRrQEpnYj9gBFr68nUBvULS7G4R6gqbKWYH777cUZSxyoF5fr4CXc1A-FtLWskwlh806b6YVDW182pp2x-wPUPtaAZKL-qZVL4OIZkhMz2VHkp__Q2MKEk/s320/Vampiras+-+Di%25C3%25B3genes+01.jpg)
El investigador y Trowbridge van en el auto del norteamericano. La
pareja, más adelante, va en un taxi de lujo. Llegan hasta un cementerio. En el
taxi sólo está el chofer, a punto de irse. Los amigos interrogan al taxista y
éste les dice que la pareja le dijo que no requería que los esperara, lo cual
le pareció muy extraño. ¿Qué clase de personas van a un cementerio en la mitad
de la noche y deciden quedarse ahí?
Esta interesantísima narración no sólo nos presenta a un personaje muy
divertido, el investigador Jules de Grandin, sino que nos narra una estupenda
historia, y nos muestra el estado general de la visión sobre los vampiros que
existía en la primera mitad del siglo XX. Su autor, el norteamericano Seabury
Quinn, nació en 1889 y falleció en 1969. Su nombre completo era Seabury Grandin
Quinn, y esto es importante porque Grandin es el apellido, escrito igual pero pronunciado en
francés, de su investigador, un personaje que apareció en alrededor de 100
cuentos. El autor escribió una enorme cantidad de relatos de terror y de
ciencia-ficción para revistas como Weird Tales, muy famosas durante los
años 30 y 40.
. . . . .
Vampiras. Antología de relatos sobre mujeres
vampiro. Editorial
Valdemar. Colecciones Gótica y El Club Diógenes. 532 págs.
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