miércoles, 17 de octubre de 2012

Estudio en escarlata, de Arthur Conan Doyle





Estudio en escarlata
de Arthur Conan Doyle

Jesús Guerra

En la entrada anterior de este blog comentamos el famoso canon holmesiano, es decir las obras originales de Sherlock Holmes, las que fueron escritas por su creador, Arthur Conan Doyle, compuesto por 56 cuentos y cuatro novelas. En esta ocasión les comento la primera obra en que aparece Sherlock Holmes, que es la primera de las cuatro novelas: Estudio en escarlata, escrita por Conan Doyle en 1886, a la edad de 27 años, y publicada por primera vez un año después en una revista, Beeton’s Christmas Annual. La historia, sin embargo, está situada en 1881.

Esta novela es interesante y se lee con mucha rapidez pues es bastante breve; hay que reconocer que no es la mejor pero es importante leerla precisamente por ser la primera, es decir que aquí el autor nos presenta a los personajes principales, el detective (quien en realidad trabaja como asesor para otros detectives), y quien llegaría a ser su mejor amigo, su compañero de departamento (en el 221B de Baker Street), su asistente y su cronista, el médico John Watson, pues él es el narrador de las historias de Sherlock Holmes, y además porque es donde el detective explica cuál es su sistema para lograr entender tanto de pistas que nadie más parece comprender o que incluso ni siquiera ven.
 
Una vez que sabemos cómo se conocieron Holmes y Watson y el motivo por el que comenzaron a compartir el departamento de Baker Street, llega el primer caso en el que interviene Watson: dos detectives de Scotland Yard (Gregson y Lestrade) investigan un misterioso asesinato, y quieren que Holmes analice la escena del crimen para que los ayude. Holmes invita a su nuevo amigo, Watson, a que lo acompañe, y lo que encuentran es un hombre muerto, pero sin heridas, en una casa deshabitada a las afueras de la ciudad, manchas de sangre junto al cadáver, y escrito sobre un muro, con sangre, la palabra RACHE.

Varios minutos después de haber llegado Holmes al lugar, ya tiene una idea clara acerca de la constitución física del asesino, su probable estatura, qué significa la palabra escrita en la pared y el motivo por el que fue escrita, y cómo murió la víctima. La primera parte de la novela trata de la investigación hasta el arresto del asesino. La primera sección de la segunda parte de la novela nos llama mucho la atención a los lectores de nuestro tiempo porque se trata de un largo flash-back, es decir, de la narración de los acontecimientos que sucedieron antes y que nos permiten entender quienes son las personas involucradas en el crimen y los motivos del asesino. Si bien los flash-backs son comunes en nuestro tiempo, tanto en narrativa como en cine, por lo general no son tan extensos, por eso digo que nos llama la atención ahora. Y este procedimiento, tal y como está aquí, ya no lo volvió a usar Conan Doyle en sus siguientes obras. El autor evidentemente fue mejorando con el tiempo hasta lograr convertirse en un maestro del relato policiaco, un género que él contribuyó a desarrollar.

La última sección de la segunda y última parte del libro, contiene la explicación de Holmes a Watson acerca de cómo logró resolver un caso tan misterioso. La verdad es que es muy divertido leer las obras de Sherlock Holmes: son misteriosas, tienen mucho suspenso, el detective es tan inteligente y observador que siempre nos sorprende, tanto a nosotros como a los personajes que lo rodean.

Hay varias traducciones diferentes de esta novela al español, y muchas ediciones, así que no les daré los datos de una edición en particular. Simplemente busquen esta novela y léanla. Se van a divertir, van incluso a aprender algunas cosas interesantes, y van a leer el origen de un mito contemporáneo llamado Sherlock Holmes.









No hay comentarios:

Publicar un comentario