La historia de Sputnik y David
de Emilio Carballido
Jesús Guerra
El libro La historia de Sputnik y David, del
escritor mexicano Emilio Carballido, contiene dos cuentos, el primero le da
título al libro, el segundo se llama «El gallo mecánico». El primer cuento
relata la amistad de un niño llamado David y su mascota, un caimán —que es como
un cocodrilo—, al que le puso de nombre Sputnik, que fue el nombre de un
satélite ruso, pero a David ese nombre le gustó para nombre de caimán. Y al
parecer al caimán también le gustó. El niño y su mascota fueron creciendo.
David llegó incluso a llevar a su caimán a jugar futbol, pero cuando Sputnik ya
estaba muy grande se comía los balones, así que dejó de llevarlo. A veces David
lo llevó a nadar, pero la gente al ver al caimán se salía de la alberca. Hay un
momento muy divertido en que un maestro les pide a los alumnos de la escuela
que lleven un animal para «disecarlo», y David llevó a Sputnik porque entendió
que era para «secarlo», así que hasta toalla llevó a la escuela. El problema
con los caimanes es que al crecer se vuelven muy peligrosos, y hay un incidente
en este cuento, que no les puedo contar, que complica las cosas y obliga a
David a tomar una decisión...
El segundo cuento, «El gallo mecánico», sucede en un
taller para automóviles. El piso de tierra era una porquería ahí, estaba todo
lleno de grasa, tuercas y tornillos. De noche el guardián era un perro llamado
Canelo, pero una noche los mecánicos se dieron cuenta que Canelo en vez de
cuidar el taller se quedaba dormido. Uno de ellos concluyó que lo que pasaba
era que Canelo, por estar solo, se aburría mucho. Y decidió llevarle un amigo.
Pero el amigo no era otro perro sino un gallo. Y aunque Canelo primero se
entusiasmó con la compañía, pronto comenzaron los problemas, porque en realidad
los gallos y los perros son animales que tienen gustos y costumbres muy
diferentes. El gallo no podía, ni le interesaba, roer los huesos que le daban a
Canelo, y a éste no le interesaba comer granos de maíz.
Por su parte, el gallo se desesperaba porque al picotear
en el piso en lugar de lombrices o granos encontraba puras tuercas, y las patas
se le llenaban de aceite. Así que también se aburría... hasta que se le ocurrió
treparse a una rama y desde ahí se puso a observar el trabajo de los mecánicos.
Y lo interesante es que el gallo genial aprendió mecánica... Si quieren saber
qué sucede cuando el gallo manifestó sus talentos de mecánico, y lo que pasó
cuando las cosas se complicaron para David y su caimán Sputnik, les recomiendo
que consigan y lean este librito con estos dos estupendos cuentos.
Como ya mencioné antes, el autor de estas narraciones
infantiles es el escritor mexicano Emilio Carballido. Este autor, nacido en
Córdoba, Veracruz, en 1925, falleció en el año 2008. Fue dramaturgo, narrador y
crítico. También fue guionista de cine, e intervino en más de 50 películas,
como El águila descalza, Macario, Nazarín, Felicidad
y Días de otoño. Su obra ha sido incluida en varias antologías;
traducidas y publicadas en diversos idiomas, y sus obras de teatro se han
montado a lo largo y ancho de México y en muchos otros países.
De las muchas obras de teatro que escribió, menciono sólo
alguna: Rosalba y los llaveros; Un pequeño día de ira; ¿Quién
anda ahí?; El día que se soltaron los leones; Pastores de la
ciudad; Felicidad; Un vals sin fin por el planeta, y Rosa
de dos aromas. Para niños no escribió mucho, pero lo que escribió es
interesante y divertido, y vale la pena que las nuevas generaciones de niños
mexicanos lo conozcan. Les recomiendo que consigan y lean este librito, porque
estoy seguro que se van a divertir con su lectura.
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