viernes, 3 de junio de 2016

Un domingo con los dinosaurios, de Marie-Aude Murail





[Literatura infantil]

Un domingo con los dinosaurios
de Marie-Aude Murail

Jesús Guerra

Casi siempre que recomiendo libros para niños y para jóvenes, los recomiendo también a sus padres, y ya que estamos con los adultos, también los recomiendo a los maestros, porque me parece que es muy importante que los padres y los profesores de los niños sepan en qué están interesados sus hijos y sus alumnos, que sepan en que frecuencia de onda se encuentran sus mentes, lo cual facilitará la comunicación entre niños y adultos.

Eso es en general, pero en este caso particular del libro Un domingo con los dinosaurios, la recomendación para los adultos, en especial para los padres, es doble, pues este cuento trata de una situación familiar muy típica, que los papás no siempre saben manejar. Les platico de qué trata para explicarme mejor:

Un domingo, la mamá de esta familia, tiene que ir a ver a su papá, que ya es un hombre mayor, y el señor vive en una ciudad cercana; así que el papá de la familia, el esposo de esta señora, se tiene que hacer cargo, él solo, de sus dos hijos, toooooodo el domingo. Los dos niños son Quique, el mayor, que debe andar por los ocho años, y Arturo, que debe de andar por los tres. El papá está convencido de que todo saldrá de maravilla y que no tendrá ningún problema.

El papá le había prometido a Quique que ese día los llevaría a un Museo de Ciencia a ver unos dinosaurios mecánicos, pues Quique tiene un tiempo de andar loco por los dinosaurios, a partir de que sus papás les regalaron un libro sobre estos animales. El niño casi se sabe de memoria la informacipon del libro. Y por eso quiere ir a ver esas enormes reproducciones mecánicas. Quique tiene, además, una colección de dinosaurios de plástico... colección que su hermanito, Arturo, ha dañado últimamente pues se los mete a la boca y los muerde. El más dañado es el brontosaurio, que ya se quedó sin cola.


Edición francesa


Sí, la idea es ir a ver los dinosaurios, pero primero hay que desayunar. El papá recuerda cómo era su propia madre con él y con sus hermanos. Su mamá jugaba con ellos a toda hora, y hacía que todo fuera divertido. Así que él se propone ser así. Claro. Pero no todo sucede como uno quiere. Para empezar, quema el desayuno. Les sirve a sus hijos unos huevos estrellados duros y renegridos que, obviamente, sus hijos no quieren ni probar.

Quique pregunta si ya van a ir a ver los dinosaurios. El papá dice que sí pero que después de ir a la tienda a comprar unas cosas que faltan para la comida. Quique se ofende. Dice que ya lo sabía, que siempre es lo mismo. Y luego van al supermercado, y después comen, pero aún no es hora de ir a ver los dinosaurios, porque Arturo, el pequeño, tiene que dormir su siesta. Y todos en algún momento de ese particular domingo se enojan, o se sienten ofendidos, pero por fortuna se contentan. Y el papá está cada vez más cansado, y aunque intenta que Arturo coma haciendo como si el tenedor del niño hablara, lo mismo que la comida, las cosas simplemente no salen como él las tenía planeadas, o más bien como las había pensado, recordando su propia infancia.

Quizás Arturo, el más pequeño, es quien mejor se la pasa ese domingo. Quique, por su parte, se la pasa entre el aburrimiento y la decepción; y el papá está cansado, y para colmo se siente culpable. Lo peor de todo, se da cuenta el papá, es que si a su hijo mayor le encantan los donosaurios, ¿por qué él, el papá, no sabe nada de estos animales?

El libro está muy bien escrito, y muy bien traducido por Diana Luz Sánchez, ya que en pocas páginas, y a través sobre todo de diálogos, los lectores entendemos perfectamente qué sienten los personajes, por qué hacen lo que hacen, y por qué dicen lo que dicen. Es un cuento escrito con gran inteligencia, muy divertido y también muy tierno. Y les repito lo que dije al inicio, es un cuento muy recomendable tanto para los niños como para los papás de los niños.

La autora, Marie-Aude Murail, nació en Francia en 1954. Pertenece a una familia de artistas y escritores. Su padre es poeta, su madre, periodista. Uno de sus hermanos y la menor de sus hermanas son escritores también. Y su hermano mayor es músico. Marie-Aude ha escrito novelas para adultos, pero sobre todo se ha dedicado a escribir libros para niños y jóvenes. Ha escrito alrededor de 80 libros para niños. Sus obras se han traducido a por lo menos 15 idiomas y ha ganado muchos premios, tanto en Francia como en otros países de Europa. Se calcula que vende alrededor de 200 mil libros por año, sólo en Francia.

Un domingo con los dinosaurios es un librito muy, muy, muy recomendable.

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Un domingo con los dinosaurios. Marie-Aude Maurail. Traducción de Diana Luz Sánchez. Ilustraciones de Juan Gedovius.

Fondo de Cultura Económica, colección A la Orilla del Viento. Clasificación: Para los que empiezan a leer. 43 págs.

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