El fantasma de la casa del lago
de Ana Romero
Jesús Guerra
Julia, la protagonista y narradora de esta historia, es una
adolescente que vive con su papá, Pancho. Y tanto Julia como Pancho pasan por
un terremoto emocional cuando un día encuentran una nota en un post-it pegado
al refrigerador en el que Carolina (esposa de Pancho y mamá de Julia) les dice
que los deja porque tiene que irse a perseguir sus sueños. Padre e hija,
deprimidos, se van de la casa en la que vivieron con Carolina, y luego de
comprar una cámper se lanzan «a conocer el mundo». Sin embargo, al poco tiempo,
Pancho se queda sin trabajo porque quebró la revista en la que escribía
artículos de viaje, y se da cuenta de que su hija necesita seguir estudiando.
Así, llegan a un pueblo llamado San Miguel, que les agrada. Pancho investiga y
se entera que ahí están los mejores colegios de la región, entonces consigue
trabajo como profesor de Literatura en uno de ellos, de paso obtiene media beca
para Julia, vende la cámper, pide un préstamo en un banco y con el dinero compra
una ruinosa y enorme casa que le encantó desde que la vio por primera vez.
Pancho encuentra una vieja —pero en buenas condiciones— máquina de escribir Remington, a la que bautiza como Remi, y decide que con ella escribirá su primera novela. Sale al porche de la casa y se pone a teclear una buena parte de la noche y una buena parte de las noches. El ruidazo de Remi tranquiliza a Julia, quien batalla para dormir porque la casa, la verdad, le da algo de miedo, tanto que hasta escucha pasos inaudibles en el pasillo.
Pronto, tanto Julia como Pancho comienzan a conocer a la gente del pueblo y a hacer amistades: Maribel, la bibliotecaria de la escuela; Alejandro, el dueño de una tienda; Doña Clau; y las cuatro jóvenes de la escuela que se hacen amigas casi instantáneas de Julia: Maru, Helen, Natis y Sofi, y, por supuesto, un perro sin dueño que ronda la biblioteca y que, según Maribel, se llama Nostradamus. Así, en conversaciones con sus nuevos conocidos y amigos es como Julia se entera de que la gente de San Miguel le llamaba a su nuevo hogar La Casa del Lago, y que tiene fama de ser una mansión encantada, debido a su historia. Esto pone de nervios a Julia, pero también le pica la curiosidad, así que decide investigar qué sucedió ahí. Pero no sólo investiga con los vivos, pues una noche de tormenta ve por primera vez al fantasma de la casa...
El argumento está muy bien estructurado y constantemente nos depara sorpresas, tanto en el presente como en el pasado, es decir, la historia de la familia que vivió antes en la casa de lago, que Julia va descubriendo poco a poco. Y el estilo con el que está escrita la novela, o sea, en su mayor parte, la narración hecha por Julia, es de verdad estupendo. Todos los personajes están bien desarrollados y diferenciados, tienen una personalidad distinguible, y algunos de ellos tienen características muy interesantes y simpáticas. Julia, en particular, es formidable. Y tanto el estilo de narración de Julia como una buena parte de los diálogos entre los personajes son sumamente divertidos, vivos, chispeantes. Me encanta que Julia tenga una vocación anticursi a toda prueba y un gran sentido del humor.
Vale la pena señalar que en algunas partes del libro Julia menciona algunas canciones que escuchan ella y Pancho, y se trata de grandes canciones, es decir que son personajes con los que podemos identificarnos también por el gusto musical. Si hacen una playlist con las canciones mencionadas obtendrán el gran soundtrack de la novela.
El fantasma de la casa del lago es una novela emocionante y divertidísima que ha resultado, para mí, una sorpresa fenomenal.
Ana Romero es michoacana y licenciada en Psicología. Además de novelista es poeta y guionista de cine y televisión. Las ilustraciones, de Armando Fonseca, son padrísimas.
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El fantasma de la casa del lago. Ana Romero. Ilustraciones de Armando Fonseca.
El Naranjo, colección Ecos de Tinta (para jóvenes lectores). 1a. ed., 2017. 264
págs. También se consigue en edición digital.
Muy interesante la leyenda, nos traslada a la escena e imaginamos a los personajes.
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