Edición en inglés |
El tejón de la barca y otras historias
de Janni Howker
(Segunda de dos partes)
Jesús Guerra
En la entrada
anterior les comenté uno de los tres cuentos que componen el libro para
adolescentes El tejón de la barca y otras historias. Comenté
precisamente el que le da título al volumen. En esta ocasión comento el segundo
relato, que al igual que el anterior, está muy bien narrado y es
interesantísimo. El primero es sobre la relación entre una adolescente y una
anciana que vive en una barca. Este segundo relato, llamado «Reicker», que es
el apellido de un anciano, es sobre la extraña relación, lejana pero emotiva y
muy significativa, entre un adolescente y ese anciano.
Martin y Sean son dos amigos adolescentes que asisten a la
misma escuela, aunque en grados diferentes porque Martin es un año mayor. Viven
en el campo, entre varios pueblos pequeños de Inglaterra. Martin es hijo de un
granjero que tiene una propiedad muy grande, y Sean es hijo de un maestro de
escuela y de una enfermera. Los dos jóvenes pasean por el campo, van a nadar,
juegan junto a un riachuelo, pero también se aburren. Martin es más activo, se
aburre con mucha facilidad, dice que le gustaría vivir en una ciudad grande
para que pasen cosas, a diferencia del lugar en donde viven.
En una de las fincas de los alrededores trabaja un anciano
alemán, conocido por su apellido, Reicker, o el viejo Reicker, o incluso
como el nazi Reicker. Y es que Reicker, cuando era muy joven, fue
aviador del ejército nazi alemán, y fue de los que bombardeó Inglaterra, luego
cayó prisionero, y después de la guerra fue liberado, pero por algún motivo que
sólo el anciano sabe, no regresó a su país y se quedó a vivir ahí, aunque
muchos de los granjeros de la región no lo quieren.
Cuando Martin y Sean se lo llegan a encontrar en sus paseos
por el campo, le hacen saludos nazis, le gritan tonterías, y en general se
burlan del anciano. Sean lo hace sobre todo por seguir a Martin, pero en
realidad el anciano le llama la atención y le da un poco de lástima. Martin en
cambio, lo insulta con placer.
Una tarde, el papá de Martin alcanza a los jóvenes
mientras pasean y les dice que se suban a la camioneta porque algo ha sucedido
y tienen que regresar a la casa. Un rato después, cuando Sean le llama a su
mamá para decirle en dónde está y que está bien, ella le cuenta lo que ha
sucedido. Un hombre de uno de los pueblos vecinos asesinó esa tarde a su
esposa, secuestró a una niña pequeña, hija de un vecino, y huyó, y todo parece
indicar que está por los alrededores. La mamá de Sean le dice que se quede ahí
hasta que llegue su papá por él pues es peligroso que anden solos, él y Martin,
debido a esa situación.
Y el papá de Martin les dice que la policía local le pidió
utilizar su granja como base de operaciones por la ubicación que tiene, para la
búsqueda del asesino y de la niña secuestrada. Así, comienzan a llegar
patrullas, policías armados, perros para rastrear al criminal... Martin, aunque
es el mayor de los dos amigos, es el más infantil y está emocionado por la
situación, como si estuviera viviendo una película. Sean, por su parte, aunque
todo aquello le resulta interesante, entiende muy bien que todo eso no es un
juego, que hay peligros reales, y piensa, ya como un joven mayor, en lo extraño
que es el que una persona que ahora es buscada por asesinato y secuestro, sea
una persona que ha vivido en un pueblo vecino y sea conocido por todos. Incluso
Martin y Sean conocen de vista al presunto asesino.
Como ya es de noche y la policía no conoce bien el
terreno, Martin se ofrece a servir de guía a uno de los grupos de policías, ya
que su padre guiará al otro grupo en la búsqueda. Y su papá está de acuerdo,
aunque la mamá de Martin no quiere que su hijo vaya al campo en esas
circunstancias. El papá de Martin dice que su hijo ya no es un niño y que
conoce a la perfección su propiedad y los alrededores de la misma. Además, la
vida de una pequeña está en juego. Y como Martin va, Sean lo sigue...
Evidentemente ya no les puedo contar nada más de este
relato, que a mí me ha parecido estupendo, interesantísimo, emocionante y
emotivo, y muy, muy bien narrado. Los personajes son realistas, interesantes y
vivos, y la narración nos muestra, entre muchas otras cosas, la distancia que
empieza a crecer entre los dos jóvenes amigos pues ellos comienzan a ser más
diferentes entre sí, y cómo se va dando el proceso de maduración de Sean. La
verdad es que esta lectura es un verdadero placer.
El tercer cuento de este libro se llama «El granjero». Es un relato
que tiene el mismo extraordinario nivel de calidad, y que está tan bien contado
como los dos anteriores, además, mantiene ese tono sutil con respecto a la
conexión que se establece entre un adolescente y un anciano, aunque en este
caso es una relación más alejada y extraña que las dos anteriores. En los tres
casos, en todo caso, se trata de un lazo de comprensión, de una poderosa
empatía.
Jane y Bridget son amigas; van y vienen juntas a la escuela. Algunas
veces toman un atajo por un camino llamado el Camino de Atrás, mismo que no
está atrás de nada. Ahí sólo se encuentra la vieja y descuidada casa de un
granjero del que, según Bridget, se sabe que está loco, y que asesinó a su
esposa. Además —chismes de niños— se dice que ahoga gatos...
Una tarde que pasan por ahí, Bridget reta a Jane a que vaya hasta la
puerta de esa vieja casa y toque a la puerta. Jane toca y luego ambas se
esconden entre las plantas, pero en un sitio que les permite ver la puerta. El
hombre sale y pregunta: «¿Eres tú, Nellen?» Jane le pregunta a su amiga quién
es Nellen, y ella le responde que la esposa asesinada.
Por esos días el papá de Jane está haciendo un cuadro para su esposa
que cumplirá años pronto. El cuadro lo realiza con recortes de plumas de ave, y
le faltan plumas color café y algunas otras, así que le pide a su hija que al
salir de la escuela vaya a buscar plumas. Esa tarde, entonces, Jane y Bridget
van al campo en busca de plumas, y evidentemente llegan a los alrededores de la
granja del anciano loco. No parece estar ahí así que deciden meterse a la
propiedad pues el granjero tiene gallinas y algunos patos. Jane encuentra y
guarda muchas plumas, mientras Bridget descubre que la puerta de atrás de la
casa está abierta. Y, claro, casi sin darse cuenta, entran a la casa... Lo que
ahí encuentran, y lo que sucede después tiene efectos muy diferentes en las dos
amigas. Ya no puedo contarles nada más, pero sí puedo decirles que se trata de
un relato espléndido e interesantísimo que no se pueden perder.
. . . . . . . . . . . . . . .
El tejón de la barca y otras
historias.
Janni Howker. Traducción de Juan Elías Tovar Cross. Ilustraciones de Tania
Janco. Fondo de Cultura Económica, colección A la Orilla del Viento.
Clasificación: Para los grandes lectores. 160 págs.
No hay comentarios:
Publicar un comentario