lunes, 29 de junio de 2020

La dama de la selva, de Antonio Ramos Revillas





La dama de la selva
de Antonio Ramos Revillas

Jesús Guerra

Manuel es un chavo que vive en un pueblo llamado El Colmenar, donde todos los pobladores son descendientes de los africanos que trajeron a América los españoles en la época de la Colonia. Vive con su papá, Francisco; con su madrastra, Cleotilde; con su medio hermano, Rumi, que aún es un bebé, y con su abuelo, Luis Fernando, quien en su tiempo fue corredor de maratones y llegó incluso a competir en Nueva York. Su abuelo, a quien apodaban la Pantera de la Selva, le da lecciones a Manuel para que aprenda a correr como se debe, y es quien le habla de las leyendas de la selva y de sus ancestros africanos, en particular de la Dama de la Selva, una diosa que mantiene el equilibrio de la naturaleza en el entorno en el que viven, y de los Púcari, unos seres sobrenaturales que se encargan de castigar a los niños malcriados y a los niños perdidos.

La excelente relación con su abuelo ayuda mucho a Manuel, pues la relación de éste con su madrastra es bastante mala. Quizá porque a Manuel todavía le duele mucho la muerte de su madre, quizá porque Cleotilde no ha sabido ganarse su cariño. Una tarde se pelean Manuel y Cleotilde, y el joven, calzado con los nuevos tenis que le acaba de regalar su abuelo, se sale de la casa enfurecido y corre por el pueblo. Corre y corre, primero sin saber qué hacer, luego con la idea de llegar hasta donde trabaja su papá, cerca de ahí, pero en plena selva, para decirle lo que acaba de suceder.

Manuel conoce el camino y en un momento dado, cuando toma conciencia de que ya va a oscurecer, decide cortar camino. Luego empieza a llover. De repente, Manuel se da cuenta de que ya no sabe en dónde se encuentra, que no tiene la menor idea de cómo regresar, que ya es de noche y la lluvia cae con tremenda fuerza. Manuel, entonces, se sube a un árbol para no mojarse tanto, y para estar a salvo de los animales (aunque en el árbol tiene que cuidarse de las serpientes). Se queda dormido a ratos, aunque tiene miedo y está muy incómodo entre las ramas, cuando, de pronto, ve que una joven más o menos de su edad lo llama desde una lancha que está en la laguna (aunque Manuel no recuerda que ahí hubiera una laguna). Manuel desciende del árbol y va al encuentro de la chica, y ésta le dice que su abuelo —el abuelo de ella— le pidió que viniera a ayudarlo, pues los Púcari ya andan tras él.

Así es como empieza esta emocionante y peligrosa aventura que Manuel jamás imaginó vivir, en una selva que no es la suya, una aventura que le abrirá los ojos respecto al mundo, sus ancestros, su cultura, su familia, su propia vida y sus sentimientos.

Antonio Ramos Revillas nació en Monterrey, Nuevo León, en 1977; ha ganado un montón de premios, ha publicado libros de relatos para adultos y algunas novelas para niños y jóvenes, como Los cazadores de pájaros, Reptiles bajo mi cama e Ixel.

Esta edición cuenta con unas estupendas ilustraciones de Zuzanna Celej, pintora, grabadora e ilustradora nacida en Polonia, aunque desde niña vive en España.

La dama de la selva es una muy recomendable novela para jóvenes, muy bien escrita, sumamente interesante y emocionante, que nos cuenta una historia que no transita por los mismos caminos de muchas otras, y nos muestra un mundo poco explorado en la literatura infantil y juvenil de nuestro país.

. . . . . . . . . . . . . . .

La dama de la selva. Antonio Ramos Revillas. Ilustraciones de Zuzanna Celej. Fondo de Cultura Económica, colección A la Orilla del Viento (1a. ed., 2017). 196 págs.




No hay comentarios:

Publicar un comentario