El vampiro y otras visitas
de Triunfo Arciniegas
Jesús Guerra
Triunfo Arciniegas es un autor colombiano
muy reconocido en el ámbito de la literatura infantil y juvenil. Yo, lo
confieso, no lo había leído antes, pero luego de leer El vampiro y otras visitas seguiré leyendo todos los libros suyos
que encuentre, pueden estar seguros.
El libro está compuesto por ocho cuentos,
pero aunque son independientes están relacionados, y así, cada uno además de
contarnos la anécdota central, nos va contando, poco a poco, la historia de
Toto, de su hermana Clara, y de la mamá de ambos, quienes, al igual que el
autor, han vivido en Málaga y luego en Pamplona (Colombia).
Los relatos de este libro pertenecen, sin
duda, a un género que yo desconocía: el realismo mágico infantil y juvenil
(esto implica algunos elementos latinoamericanos, en este caso colombianos,
puesto que en realidad, bien mirada la cuestión, casi toda la literatura
infantil y juvenil, por ser fantástica, pertenece de alguna manera a este
género tan conocido en Latinoamérica). Y a este autor este género se le da con
una naturalidad sorprendente, y su escritura tiene una fluidez envidiable. Y ya
ni menciono la imaginación de la que hace gala Triunfo Arciniegas, cuyo nombre
parece salido de Macondo. Este pequeño libro es una verdadera delicia, llena de
sabores fantásticos. Déjenme decirles más o menos de qué trata cada relato.
«El profe Mambrú» trata de un profesor y sus
alumnos, que lo adoran. Mambrú tiene un pájaro viviendo en su cabeza y dice que
la felicidad es más importante que la sabiduría. Sus alumnos aprenden con él
porque no sólo les enseña las materias sino que los hace soñar y sentir, además
de jugar y cantar. Es un cuento poético acerca de la poesía de la enseñanza y
del aprendizaje. Es un profesor como el que todos quisiéramos tener.
«La gallina de Emperatriz» es una locura de
relato. Comienza así: «Cuando yo tenía seis años una gallina se enamoró de mí».
¿Cómo no va uno a seguir leyendo un relato que empieza así? Y la locura sigue.
La abuela del niño que narra la historia (es decir a Toto), se llama
Emperatriz, y ya está medio loca, la pobre. Y su gallina preferida está más o
menos igual de loca que ella. La gallina enamorada, cuando se cansa del amor no
correspondido, le da de picotazos al niño, así que son mejores los días en que
está enamorada que los que se siente despechada. Y esto apenas empieza, la
locura sigue…
En «Patas de pulga», Toto atrapa a una pulga
camino de la escuela, y cuando estaba a punto de matarla, escuchó que la pulga
suplicaba por su vida. Toto la dejó vivir y la pulga prometió hacer todo lo
Toto quisiera, claro que dentro de las posibilidades de la pulga, lo que quiere
decir, más bien, que Toto podía dejarla en libertad para que la pulga picara a
quien Toto quisiera. Hasta que la niña que le gusta a Toto, María Alejandra, se
enteró de la mascota de Toto…
«El ángel» es un relato extrañamente tierno,
triste y divertido a la vez. Un grupo de personas apedrean a un hombre que se
hace pasar por ángel porque les intentó robar unas gallinas, hasta que lo salva
una de las vecinas del lugar (o sea, la mamá de Toto) y promete hacerse cargo
de él. Lo lleva a su casa, le da de comer, y a cambio el ángel les cuenta a
ella y a sus hijos cómo ha terminado en ese estado. Todo comenzó cuando recibió
un par de alas de ángel por correo, pero éstas llegaron sin instructivo…
En el cuento llamado «La moneda del diablo»,
un diablito llamado Serafín pierde una moneda que le dieron para comprar unas
cosas para su papá… y, por supuesto, Toto la encuentra. Es un relato basado en
juegos de palabras, muy divertido e ingenioso.
En «El tío Alejandro Almenábar», el hombre
del título es el equivalente en tío de lo que Mambrú era como maestro, es decir
es un tipazo, un hombre divertido, contador de historias, viajero, alegre,
juguetón, generoso, encantador. Cada año llega a la casa de Toto, su hermana
Clara y su mamá, y llega con regalos y con historias de sus viajes. Toto y
Clara lo adoran, aunque en realidad Alejandro no sea su tío de verdad…
Triunfo Arciniegas tiene una facilidad
asombrosa para establecer, en unas cuantas palabras, lo sobrenatural en lo
natural y que todo parezca como de todos los días. Como ejemplo están las
primeras líneas del relato «La muerta»: «Tres años después de muerta, la tía
Adelaida vino a visitarnos con un vestido prestado y unos zapatos de maestra de
escuela». Adelaida era la hermana de la mamá de Toto y Clara. La mujer había
estado casada con el coronel Santiago, el cual la dejó por una negra guapísima
llamada Evangelista, con la cual se fue a vivir a Venezuela. Al parecer, Adelaida
regresó de la muerte para esperar a Santiago. Pero por supuesto, mientras
tanto, los chismes corren y la gente se entera del regreso de la muerta…
En «El vampiro y la niebla» es un muchacho,
que dice ser vampiro y a quien una bola de niebla, como una nube de algodón, lo
sigue como si fuera un perrito faldero, quien visita a Toto y a su hermana. El
pobre llega sucio y con un solo zapato. Ni Toto ni Clara están dispuestos a ser
mordidos, así que caballerosamente el vampiro se despide, y clara le regala un
par de zapatos. Pero unos días después el vampiro vuelve…
¡Qué libro más recomendable! ¡No se lo
pierdan por nada! Además, las ilustraciones, de Jotavé, son buenísimas.
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El vampiro y otras visitas. Triunfo Arciniegas. Ilustraciones de
Jotavé. Fondo de Cultura Económica. Colección A la Orilla del Viento.
Clasificación: Para los que leen bien. 1ª edición: 2000. 6ª reimpresión: 2012.
64 págs.
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El libro se puede conseguir en:
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