lunes, 27 de julio de 2015

La excepción de la regla, de Vivian Mansour




[Libros Infantiles]

La excepción de la regla
de Vivian Mansour

Jesús Guerra

El cuento para niños que comento es de la escritora mexicana Vivian Mansour, autora de la que ya he comentado y recomendado aquí mismo otros dos libros: El enmascarado de lata y La mala del cuento (esos comentarios los pueden leer aquí y aquí), ambos estupendos, divertidos e inteligentes. El libro de hoy lleva por título La excepción de la regla, el cual me ha gustado muchísimo.

Leonardo, un estudiante de quinto de primaria, es el personaje central y es él quien narra la historia. Leo tiene un gran problema pues es víctima de bullying por parte de cuatro compañeros de su salón, uno de los cuales, para colmo de males, es su propio primo.

Transcribo las líneas iniciales del cuento, para que vean cómo plantea el problema el personaje:

—El pez más grande se come al más chico. La fuerza siempre vencerá al más débil y vulnerable. La sobrevivencia y hasta la perfección evolutiva dependen de eso.

La maestra exponía esta teoría apoyada por unas imágenes de peces proyectadas en el pizarrón. Lo decía con mucha convicción. No sabía que en su propio salón se libraban batallas donde los peces grandes se estaban comiendo al más chico: yo.

Y luego el personaje se hace la siguiente pregunta: «¿La evolución de la especie humana del salón de quinto B dependía de que yo me dejara devorar?»

Leo describe así a sus victimarios:

* «Andrés, el Tiburón Blanco. Es alto, pecoso y de ojos verdes. Su mayor atributo es que es muy hábil en su trato con los mayores».

* «Después está Wenceslao, alias Wen, otro pez de buen tamaño. [...] Su mayor virtud es que es un excelente estudiante y eso es un escudo protector contra maestros y padres».

* El tercero es «Octavio, Pez Globo. Grande, gordo y fuerte».

* Y por el último, el peor de todos, «José Luis, la Anguila Eléctrica. Elástico y hábil como mantarraya. Ni tan inteligente ni tan tonto, pero capaz de hacer daño con los chispazos de su lengua. ¿Por qué me lastimaban más sus burlas que las de los otros tiburones? Porque además de todo se trataba de mi primo».

A Leo le robaban sus lonches del recreo, lo ponían a hacer todo en los trabajos en equipo, lo excluían de los partidos de futbol, y cuando lo dejaban jugar lo hacían para burlarse de él. Le decían cosas que lo herían. Así, Leo no se la pasaba nada bien en quinto de primaria.

Los maestros de la escuela no se daban cuenta del acoso al pobre Leo por parte de la galería de villanos que acabamos de citar, entre otras cosas porque no les cabía en la cabeza que uno de los mejores estudiantes y uno de los más corteses con ellos, los profesores, pudieran estarle haciendo la vida de cuadritos a uno de los jóvenes del salón. Para colmo, la propia madre de Leo no se daba cuenta del estado de la relación entre su hijo y el hijo de su hermana, porque para ella era lógico que por ser primos tenían a fuerza que llevarse bien y que protegerse uno al otro.

Leo se sentía tan solo que no se conformaba con inventarse amigos imaginarios, como Benito, sino que hasta le escribía correos electrónicos. Y por supuesto, recibía respuesta. Esta era la manera en la que Leo manejaba su soledad y el resto de sus problemas escolares. Lo bueno era que Leo era buen estudiante, y sobre todo, era un muchacho inteligente. Sólo le faltaba una guía para encontrar las soluciones a sus problemas... Y esa guía estaba en él mismo, como lo demuestran algunos de los correos que Benito imaginario le mandaba a Leo, dándole claves para actuar.

Debido a una circunstancia que no les voy a platicar, un buen día Leo consiguió que se aliara con él ni más ni menos que Ivonne, la niña bonita que le gustaba a todos los muchachos de quinto, incluido el primo de Leo. Pero por supuesto, para sorpresa de Leo y de los lectores, Ivonne no es sólo una niña bonita, sino que es inteligente y tiene muchos conocimientos insospechados y muy útiles habilidades.

Ivonne y Leo lograron idear, diseñar y llevar a cabo un plan sumamente ingenioso que terminó por poner a todo el mundo en su lugar.

Hasta aquí el comentario de hoy. Les sugiero que consigan este cuento y lo lean de inmediato, porque lo van a gozar, y además van a aprender algunas cosas. Esta recomendación, por supuesto, no es sólo para los niños, sino también para los papás de los niños y para los maestros de escuelas primarias y secundarias.

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La excepción de la regla. Vivian Mansour. Ilustraciones de Patricio Ortiz. Fondo de Cultura Económica, colección A la Orilla del Viento. Clasificación: "Para los que leen bien". 76 págs.

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Aquí puedes leer los comentarios de El enmascarado de lata y de La mala del cuento.



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