viernes, 8 de marzo de 2019

La noche de los trasgos, de Alicia Molina





La noche de los trasgos
de Alicia Molina

Jesús Guerra

Camila —la misma Camila de los libros El agujero negro y de El zurcidor del tiempo—, ahora de unos 10 años, tiene una compañera de escuela llamada Oriana, que la intriga de verdad: casi nadie la ve, es decir, casi no la notan. Si levanta la mano en clase para contestar una pregunta, la maestra ni se entera. Y el resto de los compañeros de clase casi no se dan cuenta de la presencia de Oriana. En realidad, se trata de una chica muy gris (aunque Camila dice que en realidad es como anaranjada pero muy pálida), pero Camila se da cuenta, ya que es muy perceptiva, de que hay algo más. No se trata solamente de que Oriana sea tímida y solitaria, sino que parece que Oriana siempre está asustada, o que carga con el terror a cuestas, pero ¿terror a qué o por qué? Y esto, claro, le da mucha pena —en el sentido de dolor no de vergüenza— a Camila.

Un día, la maestra dice que el periódico mural de la siguiente semana le toca realizarlo a... —y la maestra tiene que buscar en sus apuntes— a Oriana, y luego pregunta quién se ofrece de voluntario para hacer ese trabajo con Oriana. La única que levanta la mano es Camila, sí, por pena —en los dos sentidos— por Oriana, y además porque tiene mucha curiosidad de platicar con esa chica para averiguar qué le sucede.

Así, Camila y Oriana se ponen de acuerdo para verse en la tarde para comenzar su investigación del tema que decidieron presentar en el periódico mural: «Duendes y trasgos». (Los que ya conocen a Camila, porque leyeron los otros dos libros en donde es la protagonista, saben que con ella viven cinco duendes: Verde, Rayas, Púrpura, Azul y Rojo.) Camila, lógicamente, les pide ayuda a sus amigos duendes para su trabajo, pero el único que se anima es Verde (los otros cuatro se excusan porque, dicen, tienen otras cosas qué hacer). Verde, entonces, se va escondido en la mochila de Camila para acompañarla a la biblioteca, y lo hace sobre todo por curiosidad pues quiere saber qué es lo que dicen de ellos en los libros.

Camila y Oriana trabajan varias horas, y cuando cierran la biblioteca, Camila se va con su compañera hasta la casa de ésta, la cual no está más que a unas cinco cuadras de su propia casa. Al entrar, le llama la atención lo súper limpia que está la casa de Oriana, quien vive con su tía Palmira, la cual, le dice Oriana, siempre está frente a su computadora. Pero a Camila lo que le llama la atención no es sólo el exceso de limpieza, sino que la casa da la impresión de que está vacía, como si no viviera nadie ahí, pues nada, nada, nada está fuera de su lugar. No son muebles lo que faltan, pero en las paredes no hay cuadros, y sobre las mesas no hay adornos de ningún tipo. No se ven revistas o periódicos sobre ningún sofá o mesa... esto pone nerviosa a Camila.

Cuando, un rato después, Camila llega a su casa, Verde —quien la ha acompañado toda la tarde— le dice a su amiga que no vuelva a ir a la casa de Oriana pues está llena de trasgos. Pero ¿los trasgos y los duendes no son lo mismo?, le pregunta Camila. Y Verde, con paciencia, le habla de las enormes diferencias que hay entre ambos y que podemos sintetizar así: los trasgos son seres perversos.

Verde le platica a Camila cómo fueron creados los trasgos y lo que éstos son capaces de hacer, lo cual es muy malo: se alimentan de los recuerdos de las personas. Ése es el motivo de que Oriana sea una persona casi transparente, que nadie nota, y que viva siempre con miedo. Pero los trasgos no se limitan a eso, realizan otras cosas terribles, y Oriana ya comienza a mostrar los síntomas de todo eso, lo que quiere decir, aunque Oriana no lo sabe, es que ella es ya un caso desesperado. Así que Camila, compañera y nueva amiga de Oriana, se ve en la necesidad de intervenir para intentar arreglar las cosas, aunque, por supuesto, se trata de un asunto sumamente peligroso.

Si quieren saber lo que sucede, pues esta aventura de Camila apenas empieza, tienen que conseguir este libro súper entretenido, divertido, tierno, mágico, interesante y misterioso, y leerlo hasta la última página. A mí, la verdad, me gustó muchísimo, y una de las cosas que más me gusta es que, aunque no es un libro muy extenso, es una verdadera novela para niños y jóvenes (de los 9 años en adelante, más o menos). ¿Y qué es lo que hace que este libro sea una novela breve en lugar de un cuento largo? Su visión panorámica. No sólo nos cuenta la historia central —la de Camila, Oriana y los trasgos—, aunque obviamente es la más importante, sino que nos muestra todo el contexto de estos personajes: los papás de Camila, la abuela de Camila, la prima de Camila (Marcela), los papás de Marcela, la tía de Oriana, lo que sucede en la escuela, una fiesta de cumpleaños, y muchas otras cosas más. Es decir, aunque sea de manera más o menos breve, nos muestra cómo cada personaje tiene sus propios problemas y su propia vida.

La noche de los trasgos es un libro muy, muy recomendable. No se lo pierdan.

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La noche de los trasgos. Alicia Molina. Ilustraciones de Ana Ochoa. Fondo de Cultura Económica, colección A la Orilla del Viento. Clasificado: Para los que leen bien. (1a ed. 2006; 7a reimpresión 2017.) 136 págs.

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2 comentarios:

  1. Donde podría conseguir el libro? Lo he estado buscando por mucho tiempo

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