Cuando los gigantes aman
y otros cuentos
de Folke Tagetthoff
Jesús Guerra
El libro infantil Cuando los gigantes aman y otros
cuentos, del escritor austriaco Folke Tagetthoff, está clasificado «Para
los que leen bien» y está compuesto por tres estupendos relatos: «Cuando los
gigantes aman», «Cuando dos brujas de cuento hacen brujerías» y «Cuando una
elfina se convirtió en elfo».
En el primer cuento, Arnold es un gigante que vive junto a
un pueblo de humanos de tamaño normal. Arnold es realmente enorme, mide un poco
más de 30 metros de altura, y como su tamaño le impide realizar la gran mayoría
de los empleos comunes, la gente del pueblo lo alimenta, a diario, y le
confecciona ropa y zapatos, dos veces al año, como pago por el trabajo que él
hace para ellos, ayudarlos en las tareas del campo ya que puede arar con sólo
pasar un dedo por la tierra y puede sembrar semillas mucho más rápido que
cualquiera.
La gente del pueblo utiliza viejas carpas de circo y
banderas antiguas para fabricarle sus ropas, y lanchas viejas para hacerle sus
zapatos.
Un día, debido a que Arnold ha estado faltando a trabajar,
mandan a una niña, que es su amiga, a que averigüe qué sucede. Lo que pasa,
descubre la niña, es que el gigante está triste porque se siente solo. Hay ya
muy pocos gigantes en el mundo y Arnold no conoce a ninguna giganta. Nadie en
el pueblo sabe qué hacer. Uno de esos días, la niña visita a Arnold y para que
se entretenga le lleva un libro muy grande llamado «Gigantes del mundo». Arni,
como ella le dice de cariño, hojea el libro y de repente ve la foto de una
preciosa giganta pelirroja y se enamora de inmediato. Quiere saber cómo se
llama y dónde vive. Pero nadie en el pueblo tiene esa información.
Pasan los días y llega al pueblo un contador de historias,
y lo llevan a donde está Arni para que lo entretenga. Al llegar el contador de
historias, el gigante está viendo embelesado la foto de la giganta, el contador
de historias ve la foto y la reconoce. Se llama Jane y vive en Hawái, o sea, al
otro lado del mundo (pues Arni y todos ellos se encuentran en Austria). Y no
sólo vive al otro lado del mundo, sino que hay dos océanos de por medio. Eso a
Arni no le importa, está dispuesto a comenzar su viaje de inmediato. Sin
embargo, a la niña amiga del gigante se le ocurre que no tendría sentido viajar
medio planeta para que al final a Jane no le guste Arni, y dice que lo más
conveniente es que el gigante le mande una carta y una foto a la giganta a ver
si ella está interesada en conocerlo.
A todos les parece una excelente idea, así que mandan
traer un fotógrafo desde otro pueblo, lo que lleva varios días, y mientras
tanto la gente del pueblo le confecciona un traje nuevo, además consiguen a un
escribano capaz de escribir la enorme carta que Arni le va a dictar. En cuanto al
envío, el contador de historias les dice que él se encargará de arreglar eso
pues les pedirá el favor a unas hadas que conoce.
Cando terminan con la carta y la foto, el contador de
historias habla con las hadas, las cuales acceden a llevar la carta a Hawái...
y al cabo de varias semanas, las mismas hadas traen una carta de respuesta...
Pero, por supuesto, ¡ya no puedo contarles nada más de la historia de Arni y su
búsqueda del amor! pues no quiero echarle a perder su propia lectura. Si
quieren saber qué sucede tienen que conseguir el libro y leerlo. Les aseguro
que les va a encantar, está escrito con un delicioso sentido del humor y con
una imaginación desbordante.
Con esa misma maravillosa imaginación está escrito el
segundo cuento de este libro, «Cuando dos brujas de cuento hacen brujerías». El
relato es estupendo porque todo sucede dentro de un libro de cuentos de hadas.
Hay un cuento de una bruja mala, llamada Muerdeuñas, y más adelante hay otro de
una bruja buena, llamada Belinda. Y cuando nadie lee el libro, como en un
teatro después de una representación, los personajes descansan, duermen o van a
un café que está ubicado en la página 33.
Un día, mientras Belinda pasea por el prado de la página
51, un silfo, que llega montado en un dragón enano, le avisa que Muerdeuñas no
está en su cuento ni en ninguna otra parte del libro. De inmediato, todos los
personajes van a buscar a la bruja mala, pues si no está en su cuento quiere
decir que algo malo trama. La verdad, es un cuento genial. En realidad, los tres
cuentos del libro son una maravilla (del tercero no les digo nada para que
ustedes lo descubran), así que mi recomendación es que no se lo pierdan por
nada. Además, van a disfrutar mucho las excelentes ilustraciones del artista
mexicano Damián Ortega.
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Cuando los giganres aman y otros
cuentos.
Folke Tagetthoff. Traducción de María Ofelia Arruti. Ilustraciones de Damián
Ortega. Fondo de Cultura Económica, colección A la Orilla del Viento.
Clasificación: "Para los que leen bien". 1a. ed. en alemán, 1989; 1a.
ed. en español, 1992; 2a. ed., 1995; 12a reimpresión, 2018. 104 págs.
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