Erik Vogler y el secreto de Albert Zimmer
(Serie Erik Vogler, volumen 6)
de Beatriz Osés
Jesús Guerra
El sexto volumen de la serie de Erik Vogler (Erik
Vogler y el secreto de Albert Zimmer) empieza minutos después del momento
en que termina el quinto (Erik Vogler sin corazón), en el mismo lugar,
una cafetería muy elegante de Bremen donde Erik toma un agua mineral sin gas y
lee una revista de paleontología. Está solo, pues envió a su chofer a realizar
un mandado (que recordarán quienes ya leyeron el tomo cinco) y entonces ve con
horror que entra al local Albert Zimmer, el abominable (y misterioso)
adolescente que es vecino de su abuela, Berta Vogler, a quien ésta adora.
En la novela anterior, Erik descubre que Albert y Berta
comparten un secreto, y el curioso de Erik, que los detesta a ambos, tiene que
saber de qué se trata. Sigue a Albert a un cementerio, ve que éste se acerca a
un par de tumbas y se va. Erik se acerca también y toma nota de los nombres que
se encuentran en las sepulturas. Después, Albert se da cuenta que Erik tienen
esos nombres apuntados en su agenda, pero la discusión entre ambos acerca de ese
asunto queda pendiente. Por eso, ahora, Albert entra al café, para enfrentar a
Erik y enterarse de qué tanto ha investigado acerca de esas personas que tan
importantes parecen ser para Albert (aunque aún no sabemos el motivo). Como de
costumbre, la discusión entre ambos es sumamente divertida. Una vez terminada,
Erik quiere marcharse, pero Albert le dice que él, Albert, lo tiene que
acompañar hasta su departamento por instrucciones de la abuela de Erik, pues
ella está preocupada de que algo le pueda pasar, debido a que, aunque Erik
logró descubrir al asesino del bisturí, el caso aún no está cerrado por la
policía pues todavía hay cómplices del asesino que no han logrado atrapar.
Albert y Erik, sin hablarse, toman un taxi y llegan al
edificio en donde está el lujoso departamento de los Vogler. Y ahí nos damos
cuenta de que, en efecto, hay alguien escondido que está vigilando a Erik, y
sus intenciones no son nada buenas. Erik, por supuesto, no cree estar en
peligro, y supone que la supuesta preocupación de Berta es un truco para
mantenerlo vigilado. Pero a la mañana siguiente que Erik va a su cita con su
terapeuta, sufre un atentado en el elevador del edificio de su cita, intento de
asesinato interrumpido milagrosamente por otra paciente. Entonces sí, el joven
investigador, ataque de nervios de por medio, entiende que su vida está en
peligro. La policía de inmediato pone a dos agentes como guardaespaldas de
Erik, que deben seguirlo a todas partes.
Tanto Albert como Berta opinan que lo mejor sería que Erik
saliera de Bremen por un tiempo, hasta que la policía logre cerrar el caso del
asesino del bisturí. Por eso, para celebrar el cumpleaños número 16 de Erik,
los padres de Albert invitan a los Vogler a pasar un fin de semana en una casa
elegantísima y modernísima que tienen en un pueblito holandés, a sólo hora y
media de Bremen. A Erik la idea le parece repulsiva, pero sabe que no tiene
alternativa. Por supuesto, Erik sigue bajo vigilancia constante por parte de
sus guardaespaldas, pero también de quienes quieren acabar con él.
Así, lo que Erik supone que será un cumpleaños
aburridísimo y deleznable, y Frank y Berta Vogler ven como un fin de semana
relajado y encantador, termina por convertirse en una pesadilla. Por supuesto,
para nosotros los lectores, esta misteriosa y oscura pesadilla es enormemente
entretenida, tanto que no podemos soltar el libro hasta llegar al sorprendente
final, el cual deja todo listo para la siguiente aventura.
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Erik Vogler y el secreto de Albert
Zimmer (volumen seis
de la serie de Erik Vogler). Beatriz Osés. Edebé. 206 págs.
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