lunes, 15 de septiembre de 2025

El que susurra en la oscuridad y El extraño, de H.P. Lovecraft

 



El que susurra en la oscuridad 
El extraño
de H.P. Lovecraft
 
Jesús Guerra
 
El que susurra en la oscuridad y El extraño son los otros dos relatos que componen el libro El horror de Dunwich, de Alianza Editorial. Los comentarios sobre dicha edición y sobre las otras dos narraciones del libro, El horror de Dunwich y El modelo de Pickman, los puedes leer aquí, y debajo de esta reseña se encuentran las ligas a otras obras de Lovecraft y libros relacionados. En esa reseña señalé, también, que, aunque el libro de Alianza es relativamente fácil de conseguir y a buen precio, la versión que yo leí de estas obras es la que se encuentra en la Narrativa completa de H.P. Lovecraft, publicada por la editorial Valdemar en su colección Gótica, en dos volúmenes. La traducción de estos relatos (los cuatro) en el libro de Alianza es de Aurelio Martínez Benito, y en los libros de Valdemar, los dos que hoy comento, son de Francisco Torres Oliver, y las notas, pues la edición de Valdemar es anotada, son de Molina Foix. Aclaro que menciono estas ediciones, y otras más, porque son las que tengo (o conozco), y porque contienen los cuatro relatos comentados en esta entrada y en la anterior (en algunos casos sólo alguno de ellos), pero hay muchas, muchísimas ediciones de las obras de HPL, tanto impresas como digitales (incluso algunas exclusivamente digitales), así que tienen para elegir.

 



El que susurra en la oscuridad (The Whisperer in Darkness), que también se publica en español como El susurrador en la oscuridad, o El que susurraba en la oscuridad, escrito entre el 24 de febrero y el 26 de septiembre de 1930, fue publicado por primera vez en agosto de 1931 en la revista Weird Tales, según señala Molina Foix en sus notas, y también que HPL cobró por este relato 350 dólares, “la mayor suma que conseguiría en toda su vida”. Además, agrega Molina Foix, esta narración contiene numerosos detalles autobiográficos. Hay una cierta polémica sobre si El que susurra en la oscuridad pertenece a los relatos centrales o a los periféricos de los Mitos de Cthulhu, esto, aunque es interesante y discutible, me parece en realidad un detalle menor.

 



El narrador, Albert N. Wilmarth, era un profesor de literatura en la Universidad Miskatonic, en Arkham, Massachusetts. Era un hombre al que le interesaban los misterios de la Tierra y el universo, pero era una persona racional que se apegaba a los hechos, a la ciencia. Por esas fechas, el 3 de noviembre de 1927, se produjeron unas terribles inundaciones en el estado de Vermont, y las noticias aparecieron en todos los diarios regionales y nacionales, y entre esas noticias se publicaron unas, algo misteriosas, de unas personas que decían haber visto, flotando en el río, unos cadáveres extraños. Pronto empezaron a surgir todo tipo de rumores, algunos de ellos relacionaban esas noticias con leyendas locales de Vermont, de la zona donde ahora se hablaba de esos cadáveres extraños, leyendas que decían que en esa área habitaba una raza ancestral no humana; y éstas se complementaban con otros rumores que afirmaban que se trataba de miembros de una raza extraterrestre que extraía materiales de algunas minas de las montañas de esa región.

 



Wilmarth, el narrador, tenía amigos que en algunas reuniones repetían esos rumores y a él le divertía contradecirlos, ya que en realidad no creía en nada de eso. Incluso participó en un debate en un periódico con un artículo en el que explicaba los motivos por los que él pensaba que la gente creía en esas leyendas y esos rumores. Días después, Wilmarth recibió una carta de un habitante de la zona donde sucedieron los misteriosos avistamientos, en Vermont, llamado Henry Wentworth Akeley, un hombre evidentemente culto, en la que le decía que entendía los motivos por los que Wilmarth no creía en lo que decían los rumores, pero que él (Akeley) tenía mucho que contarle y hasta mostrarle, pues tenía unas fotografías reveladoras.

 



Así comenzó la correspondencia entre ambos personajes. Ya con el permiso de Wilmarth, Akeley le envió, junto a otra carta, un paquete de evidencias: unas fotografías que mostraban unas huellas no humanas, que tampoco eran de algún animal conocido; la foto de una piedra negra grabada con unos jeroglíficos misteriosos, y una rarísima grabación de audio (en un rodillo de gramófono) que el propio Akeley había realizado en los bosques cercanos a su casa. Wilmarth, que también era un hombre culto, se interesó de inmediato en todo esto, además conocía el Necronomicón, pues la biblioteca de Miskatonic tenía un ejemplar (por cierto, el mismo que intentó robar uno de los personajes de El horror de Dunwich), y se dio cuenta de que podría haber relaciones entre estas evidencias y el libro misterioso. A partir de aquí las cartas de Akeley se volvieron más extrañas y alarmantes, hasta que el propio Wilmarth fue a Vermont a ver a Akeley para desentrañar los diversos misterios que se habían multiplicado, y lo que presenció lo cambió para siempre.

 



Esta entretenidísima novela corta tiene de todo: misterios, investigación, suspenso y aventuras, y todo envuelto en dos géneros que aquí se funden para nuestro placer: el terror y la ciencia-ficción. Si leen la edición de Valdemar, se encontrarán, además, con una buena cantidad de notas que nos dan muchísima información complementaria que iluminan nuestra lectura. Y como ya es costumbre en la obra de HPL, su estilo literario es fundamental. El que susurra en la oscuridad es una de las narraciones esenciales de esta obra tan influyente en el terror a lo largo de los últimos cien años. Los fans de HPL no se la pueden perder.

 



El extraño (The Outsider) es un cuento escrito “probablemente”, según las notas de Molina Foix, en el verano de 1921, y fue publicado por primera vez en abril de 1926, en (¿dónde más?) la revista Weird Tales. A veces es publicado en español con el título El intruso, como en el libro El intruso y otros cuentos fantásticos, de la editorial EDAF (un libro que no sé si se siga publicando y quizá sea difícil de conseguir, el mío es de la sexta edición, publicada en 2002), con traducción de Alberto Santos Castillo. También se encuentra (como El extraño) en la Antología de cuentos de terror de Alianza Editorial, con selección y traducción de Rafael Llopis. Las ediciones más antiguas estaban publicadas en tres tomos (se encuentra en el tercero, junto con otros dos cuentos de Lovecraft, Las ratas de las paredes y La ciudad sin nombre), las ediciones más recientes se publican en dos volúmenes, y está en el segundo. Como ya señalé al inicio, en el libro El horror de Dunwich de Alianza Editorial está traducido (según la página de internet de la editorial) por Aurelio Martínez Benito, y se encuentra en el volumen primero de la Narrativa completa de HPL, de Valdemar, con traducción de Francisco Torres Oliver.

 



No sabemos quién es el que narra la historia, en primera persona, ni siquiera qué es. Él tampoco lo sabe. Lo cierto es que ha habitado por años en un castillo ruinoso, oscuro y solitario. Alguien se ocupa de él, pero nunca lo ha visto, y no tiene memoria de haber escuchado una voz humana, ni la propia. Tiene a su disposición muchos libros antiguos y por ellos sabe cómo viven los demás. Afuera del castillo, unos árboles altísimos impiden el paso de la luz. Alguna vez intentó escapar, pero regresó del oscuro bosque por miedo. Ahora, por primera vez, ha decidido subir a una de las altas torres del castillo para ver la luz y el bosque, por alguna ventana. La ascensión es peligrosísima pues un tramo de la escalera está destrozado. No tiene idea de lo que encontrará en las alturas...



 

Este cuento es uno de los más estudiados, y tal vez de los más famosos de Lovecraft, a pesar de que a él mismo, años después de escribirlo, no le gustaba mucho, pues sentía que el lenguaje era ampuloso y se notaba demasiado la influencia de Edgar Allan Poe, según señala Molina Foix en una de las notas. Lo cierto es que son varias las obras anteriores que pudieron haber ejercido una influencia en este relato, en cuanto a su argumento y tema, entre ellos varios cuentos de Poe, uno de Oscar Wilde y el Frankenstein de Mary Shelley, y, a su vez, este cuento ha influido en autores posteriores. Es una narración misteriosa, interesantísima, muy eficaz, y es también un cuento bello, triste y hasta poético, calificativos algo extraños, lo sé, para un cuento de terror. Es un cuento con profundas implicaciones. Tampoco se lo deben perder.
 
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