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El que susurra en la
oscuridad
El extraño
de H.P. Lovecraft
Jesús Guerra
El que susurra en la
oscuridad y El extraño son los otros dos relatos que
componen el libro El horror de Dunwich, de Alianza Editorial. Los
comentarios sobre dicha edición y sobre las otras dos narraciones del libro, El
horror de Dunwich y El modelo de Pickman, los puedes leer aquí,
y debajo de esta reseña se encuentran las ligas a otras obras de Lovecraft y
libros relacionados. En esa reseña señalé, también, que, aunque el libro de
Alianza es relativamente fácil de conseguir y a buen precio, la versión que yo
leí de estas obras es la que se encuentra en la Narrativa completa de
H.P. Lovecraft, publicada por la editorial Valdemar en su colección Gótica, en
dos volúmenes. La traducción de estos relatos (los cuatro) en el libro de
Alianza es de Aurelio Martínez Benito, y en los libros de Valdemar, los dos que
hoy comento, son de Francisco Torres Oliver, y las notas, pues la edición de
Valdemar es anotada, son de Molina Foix. Aclaro que menciono estas ediciones, y
otras más, porque son las que tengo (o conozco), y porque contienen los cuatro
relatos comentados en esta entrada y en la anterior (en algunos casos sólo
alguno de ellos), pero hay muchas, muchísimas ediciones de las obras de HPL,
tanto impresas como digitales (incluso algunas exclusivamente digitales), así
que tienen para elegir.
El que susurra en la
oscuridad (The Whisperer in Darkness), que
también se publica en español como El susurrador en la oscuridad, o El
que susurraba en la oscuridad, escrito entre el 24 de febrero y el 26 de
septiembre de 1930, fue publicado por primera vez en agosto de 1931 en la
revista Weird Tales, según señala Molina Foix en sus notas, y también
que HPL cobró por este relato 350 dólares, “la mayor suma que conseguiría en
toda su vida”. Además, agrega Molina Foix, esta narración contiene numerosos
detalles autobiográficos. Hay una cierta polémica sobre si El que susurra en
la oscuridad pertenece a los relatos centrales o a los periféricos de los
Mitos de Cthulhu, esto, aunque es interesante y discutible, me parece en
realidad un detalle menor.
El narrador, Albert N.
Wilmarth, era un profesor de literatura en la Universidad Miskatonic, en Arkham,
Massachusetts. Era un hombre al que le interesaban los misterios de la Tierra y
el universo, pero era una persona racional que se apegaba a los hechos, a la
ciencia. Por esas fechas, el 3 de noviembre de 1927, se produjeron unas
terribles inundaciones en el estado de Vermont, y las noticias aparecieron en
todos los diarios regionales y nacionales, y entre esas noticias se publicaron
unas, algo misteriosas, de unas personas que decían haber visto, flotando en el
río, unos cadáveres extraños. Pronto empezaron a surgir todo tipo de rumores,
algunos de ellos relacionaban esas noticias con leyendas locales de Vermont, de
la zona donde ahora se hablaba de esos cadáveres extraños, leyendas que decían
que en esa área habitaba una raza ancestral no humana; y éstas se complementaban
con otros rumores que afirmaban que se trataba de miembros de una raza
extraterrestre que extraía materiales de algunas minas de las montañas de esa
región.
Wilmarth, el narrador, tenía
amigos que en algunas reuniones repetían esos rumores y a él le divertía
contradecirlos, ya que en realidad no creía en nada de eso. Incluso participó
en un debate en un periódico con un artículo en el que explicaba los motivos
por los que él pensaba que la gente creía en esas leyendas y esos rumores. Días
después, Wilmarth recibió una carta de un habitante de la zona donde sucedieron
los misteriosos avistamientos, en Vermont, llamado Henry Wentworth Akeley, un
hombre evidentemente culto, en la que le decía que entendía los motivos por los
que Wilmarth no creía en lo que decían los rumores, pero que él (Akeley) tenía
mucho que contarle y hasta mostrarle, pues tenía unas fotografías reveladoras.
Así comenzó la
correspondencia entre ambos personajes. Ya con el permiso de Wilmarth, Akeley
le envió, junto a otra carta, un paquete de evidencias: unas fotografías que
mostraban unas huellas no humanas, que tampoco eran de algún animal conocido;
la foto de una piedra negra grabada con unos jeroglíficos misteriosos, y una
rarísima grabación de audio (en un rodillo de gramófono) que el propio Akeley
había realizado en los bosques cercanos a su casa. Wilmarth, que también era un
hombre culto, se interesó de inmediato en todo esto, además conocía el Necronomicón,
pues la biblioteca de Miskatonic tenía un ejemplar (por cierto, el mismo que
intentó robar uno de los personajes de El horror de Dunwich), y se dio
cuenta de que podría haber relaciones entre estas evidencias y el libro
misterioso. A partir de aquí las cartas de Akeley se volvieron más extrañas y
alarmantes, hasta que el propio Wilmarth fue a Vermont a ver a Akeley para
desentrañar los diversos misterios que se habían multiplicado, y lo que
presenció lo cambió para siempre.
Esta entretenidísima novela
corta tiene de todo: misterios, investigación, suspenso y aventuras, y todo
envuelto en dos géneros que aquí se funden para nuestro placer: el terror y la
ciencia-ficción. Si leen la edición de Valdemar, se encontrarán, además, con
una buena cantidad de notas que nos dan muchísima información complementaria
que iluminan nuestra lectura. Y como ya es costumbre en la obra de HPL, su
estilo literario es fundamental. El que susurra en la oscuridad es una
de las narraciones esenciales de esta obra tan influyente en el terror a lo
largo de los últimos cien años. Los fans de HPL no se la pueden perder.
El extraño (The
Outsider) es un cuento escrito “probablemente”, según las notas de Molina
Foix, en el verano de 1921, y fue publicado por primera vez en abril de 1926,
en (¿dónde más?) la revista Weird Tales. A veces es publicado en español
con el título El intruso, como en el libro El intruso y otros cuentos
fantásticos, de la editorial EDAF (un libro que no sé si se siga publicando
y quizá sea difícil de conseguir, el mío es de la sexta edición, publicada en
2002), con traducción de Alberto Santos Castillo. También se encuentra (como El
extraño) en la Antología de cuentos de terror de Alianza Editorial,
con selección y traducción de Rafael Llopis. Las ediciones más antiguas estaban
publicadas en tres tomos (se encuentra en el tercero, junto con otros dos
cuentos de Lovecraft, Las ratas de las paredes y La ciudad sin nombre),
las ediciones más recientes se publican en dos volúmenes, y está en el segundo.
Como ya señalé al inicio, en el libro El horror de Dunwich de Alianza
Editorial está traducido (según la página de internet de la editorial) por
Aurelio Martínez Benito, y se encuentra en el volumen primero de la Narrativa
completa de HPL, de Valdemar, con traducción de Francisco Torres Oliver.
No sabemos quién es el que
narra la historia, en primera persona, ni siquiera qué es. Él tampoco lo sabe.
Lo cierto es que ha habitado por años en un castillo ruinoso, oscuro y
solitario. Alguien se ocupa de él, pero nunca lo ha visto, y no tiene memoria
de haber escuchado una voz humana, ni la propia. Tiene a su disposición muchos
libros antiguos y por ellos sabe cómo viven los demás. Afuera del castillo,
unos árboles altísimos impiden el paso de la luz. Alguna vez intentó escapar,
pero regresó del oscuro bosque por miedo. Ahora, por primera vez, ha decidido
subir a una de las altas torres del castillo para ver la luz y el bosque, por
alguna ventana. La ascensión es peligrosísima pues un tramo de la escalera está
destrozado. No tiene idea de lo que encontrará en las alturas...
Este cuento es uno de los
más estudiados, y tal vez de los más famosos de Lovecraft, a pesar de que a él
mismo, años después de escribirlo, no le gustaba mucho, pues sentía que el
lenguaje era ampuloso y se notaba demasiado la influencia de Edgar Allan Poe,
según señala Molina Foix en una de las notas. Lo cierto es que son varias las
obras anteriores que pudieron haber ejercido una influencia en este relato, en
cuanto a su argumento y tema, entre ellos varios cuentos de Poe, uno de Oscar
Wilde y el Frankenstein de Mary Shelley, y, a su vez, este cuento ha
influido en autores posteriores. Es una narración misteriosa, interesantísima,
muy eficaz, y es también un cuento bello, triste y hasta poético, calificativos
algo extraños, lo sé, para un cuento de terror. Es un cuento con profundas
implicaciones. Tampoco se lo deben perder.
. . . . . . . . . . . . . .
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* El horror de Dunwich y El modelo de Pickman, de H.P. Lovecraft
* H.P. Lovecraft
* Narrativa completa
de H.P. Lovecraft
* H.P. Lovecraft y los mitos de Cthulhu (1)
* H.P. Lovecraft y los mitos de Cthulhu (2)
* Relatos de los mitos de Cthulhu
* Los mitos de Cthulhu
(antología)
* Enciclopedia completa de H.P. Lovecraft, de Roberto García Álvarez
* Enciclopedia de los mitos de Cthulhu, de Daniel Harms
* Paisajes y apariciones,
de H.P. Lovecraft (ilustraciones de Enrique Alcatena)
* Relatos a dos manos:
textos en colaboración, de H.P. Lovecraft
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