jueves, 19 de septiembre de 2019

Erik Vogler y la chica equivocada, de Beatriz Osés (Serie Erik Vogler 4)





Erik Vogler y la chica equivocada
(Serie Erik Vogler 4)
Beatriz Osés

Jesús Guerra

Erik Vogler y la chica equivocada es el título de la cuarta novela de la estupenda serie de Erik Vogler, escrita por la narradora española Beatriz Osés. Cada novela de la serie es autónoma, en el sentido de que la historia central empieza y termina en cada libro, pero hay una historia más amplia que nos cuenta la relación entre los personajes y la evolución de éstos, de tal manera que, aunque es posible leer los libros sin que importe el orden en que han sido escritos y publicados, yo recomiendo leerlos en orden, para entender todos los detalles. Por eso les recuerdo el orden de aparición de los siete volúmenes que hasta la fecha han sido publicados:

4. Erik Vogler y la chica equivocada (2016)
5. Erik Vogler sin corazón (2017)
6. Erik Vogler: El secreto de Albert Zimmer (2017 también)
7. Erik Vogler: Jaque Mate (2018)

Y obviamente si hacen clic en los tres primeros títulos podrán leer las reseñas de esos libros publicadas en este blog.

En esta ocasión, Berta Vogler, la abuela de Erik, ha sido contactada por uno de sus antiguos compañeros de universidad (ni más ni menos que de La Sorbona, de París) para invitarla a una reunión de los amigos que compartieron la misma residencia en esa época. Pero como Berta aún camina con la ayuda de una muleta (debido a su accidente de esquí de la novela anterior), su hijo Frank le dice que es necesario que la acompañe Erik, para ayudarla en lo que sea necesario. Y Berta, como de costumbre, ya que en realidad no soporta mucho a su nieto, por sangrón, perfeccionista y obsesivo, invita también a su vecino, Albert Zimmer, que es más o menos de la misma edad de Erik. Sobra decir —ya lo saben quienes han leído algunas de las novelas de esta serie— que Erik y Albert tampoco se soportan entre sí.

La reunión se lleva a cabo en un elegante château (castillo) llamado La Rose Rouge (La Rosa Roja) cercano al pueblo de Bergerac. En la primera tarde, cuando están todos los invitados reunidos en un salón del castillo esperando que baje la anciana dueña de esa propiedad, que con tanta amabilidad facilitó para esa reunión, Erik, aburrido de encontrarse entre tantos dinosaurios amigos de su insoportable abuela, decide salir a pasear por los jardines del castillo. Y ahí conoce, de manera un tanto peculiar, a una chica de su edad, llamada Cloé. Además de que es preciosa, la chica colecciona minerales y en el invernadero ella se encarga de cuidar las rosas rojas (de una variedad especial), y para colmo tiene un criadero de escarabajos rinoceronte.

Con excepción de los escarabajos, por los que Erik siente repulsión, pero se cuida de no decirlo para no ofender a la joven, Erik se siente identificado con Cloé. Siente que son algo así como almas gemelas. La verdad es que Erik se enamora de Cloé en un dos por tres. Luego, su abuela lo busca a gritos, Erik regresa, conocen a la dueña del castillo, llamada Véronique Rolland, que es muy anciana y el mayordomo la lleva y la trae en silla de ruedas. El resto de los invitados son médicos, abogados, una pianista, un juez, unos restauradores de arte, un empresario, y están también el mayordomo, llamado Mignon, y la joven del servicio, Madeleine. Pasan al comedor para la cena y cuando ya están todos sentados se presenta Cloé, a quien la dueña del castillo presenta como su nieta. Por supuesto, Erik está embelesado mirándola, pero cuando conversan Cloé se comporta de manera diferente. Sin embargo, hay cosas de las que Erik no se da cuenta, o simplemente no las quiere ver, claro, porque está enamorado...

Albert Zimmer de inmediato se da cuenta del cambio en la actitud general de Erik, y con gran rapidez deduce el motivo. Pero a Albert también le gusta Cloé. Y aquí arranca una de las líneas narrativas de esta novela, la divertida competencia entre Albert y Erik por la atención de la bellísima nieta de Véronique Rolland.

Pero hay otra línea narrativa bastante más inquietante. Durante la cena, uno de los invitados sufre un infarto al corazón, que deja pensando a más de uno si se trató de un acontecimiento natural puesto que el fallecido tenía problemas cardiacos, o si alguien, de alguna manera, lo mató de manera que pareciese un accidente. Y cuando los invitados quieren utilizar sus celulares para llamar a una ambulancia y a la policía, se enteran de que el castillo está fuera de cobertura telefónica y carece de internet. Erik, por supuesto, está enfurecido, pues pasará un larguísimo fin de semana sin poder utilizar su carísimo teléfono.

Para colmo, la dueña anuncia que alguien robó la única llave que abre el enorme portón de la muralla que rodea los terrenos del castillo. Y cuando hay una segunda muerte, todos se dan cuenta que están encerrados e incomunicados junto a un misterioso y, al parecer, invisible asesino.

Cada nueva novela que leo de esta serie me parece mejor que la anterior, lo cual es un triunfo de su autora. Erik Vogler y la chica equivocada es una novela misteriosa, llena de suspenso y, al mismo tiempo, divertidísima. Además, es interesante ver a Erik enamorado, haciendo cosas de las que nunca lo creímos capaz.

. . . . . . . . . . . . . . .

Erik Vogler y la chica equivocada. Beatriz Osés. Ilustraciones de Iban Barrenetxea. Edebé. 176 págs.



No hay comentarios:

Publicar un comentario