viernes, 16 de octubre de 2020

El deseo de Tomás, de Berta Hiriart

 


El deseo de Tomás

de Berta Hiriart

 

Jesús Guerra

 

Quien narra el relato es Anita, la hermana mayor de Tomás; ambos viven con sus papás en un departamento, y algunas cosas empiezan a cambiar cuando las vecinas del departamento del piso inferior se cambiar para irse a recorrer el mundo. Ese departamento, entonces, es ocupado por la academia de danza Rudolf Nureyev. Por supuesto, la mamá de Anita la inscribe de inmediato para que tome clases y a Anita si bien no la vuelven loca por lo menos la entretienen.

 

Desde que está la academia en su edificio, el departamento de Anita y Tomás se llena de música durante las mañanas y las tardes, y también de las voces de las maestras de danza dándoles instrucciones y motivación a sus alumnos. Anita se da cuenta que Tomás y Carlitos, el mejor amigo de su hermano, a veces espían las clases de danza, y luego en su departamento juegan burlonamente a tomar las posiciones de ballet e imitan a las maestras.

 

Ni a la mamá ni al papá de Anita y Tomás les molesta la música ni las voces que vienen de la academia de danza, de hecho, al papá le caen muy bien tanto los maestros como las alumnas, pues la mayoría pasan por su tienda de comestibles, La Sirena, para comprarle algunas cosas y le parecen todos muy amables. En cambio, al abuelo, es decir al papá del papá de Anita y Tomás, esas personas y la academia en sí le caen bastante mal, aunque la verdad, el abuelo siempre parece estar malhumorado.

 

Anita y Tomás quieren mucho a su abuelo, por supuesto, pero no les hace mucha gracias que siempre que va a merendar, lleva algunas películas caseras viejas (de ésas de colores desvaídos, sin sonido, que duraban tres minutos, en las que normalmente se veía a las personas saludando a la cámara), y ellos las tienen que ver también, a pesar de que ya les aburren. Pero al abuelo parecen divertirlo mucho.

 

Precisamente en una de esas películas ven, una tarde, una escena clave, en la que aparece su papá cuando tenía unos 10 años, la misma de Tomás, y su abuelo, que les permite comenzar a entender a su papá desde una perspectiva diferente.

 

Una de esas tardes, el motivo de la merienda es el cumpleaños número diez de Tomás, y después de que le cantan las mañanitas, prenden las velas del pastel y le dicen a Tomás que pida un deseo. Y cuando le piden que lo diga en voz alta, todos se quedan sorprendidos... Por supuesto, ya no les puedo contar nada más. Les aconsejo que lo lean pues estoy seguro de que les va a gustar muchísimo. A mí me gusta porque a pesar de ser muy breve es muy eficaz, es decir que en pocas páginas nos cuenta de manera estupenda una historia que nos permite darnos cuenta de que detrás de cada historia hay otra que hace más amplia y profunda a la primera. Las ilustraciones, de Guadalupe Sánchez, son buenísimas.

 

Berta Hiriart nació en la Ciudad de México. Escribe y dirige obras dramáticas, inventa relatos, incursiona en el ensayo y coordina talleres de escritura creativa. Ha publicado numerosos títulos, dirigidos a niños y jóvenes, o que abordan, para los adultos, asuntos relacionados con la infancia. Ha recibido diversos premios y algunos de sus libros han sido premiados y traducidos al inglés, al italiano, el alemán y el polaco. En El Naranjo ha publicado La Bienvenida, El Deseo de Tomás, ¿Jugamos al Teatro?, Primavera y Cachorros.

 

Guadalupe Sánchez nació en Córdoba, Veracruz, en 1955. Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana y Diseño Gráfico en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, de la unam. Cursó animación con Ishu Patel, en 1996, y en 1999 estudió con David Brockurst en el Taller Experimental Dirección de Arte. Ha ganado varios premios en cine, video y animación.

 

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El deseo de Tomás. Berta Hiriart. Ilustraciones de Guadalupe Sánchez Sosa. Ediciones El Naranjo, colección Mar de Cuentos (clasificación: Para lectores que empiezan. 1a. ed., 2004; 2a. ed., 2010). 40 págs. También se consigue en edición electrónica.

 

 

 


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