[Literatura Juvenil]
Nocturno Belfegor,
de
Antonio Malpica
Jesús
Guerra
Sergio Mendhoza (así con hache, y aún no sé por
qué), de 13 años de edad, es un mediador, una persona que ha recibido El
Libro de los Héroes y por lo tanto tiene la misión de ayudar a un héroe a
combatir a los demonios. Sergio vive sólo con su hermana Alicia, quien es
estudiante universitaria, pues son huérfanos. Sergio tiene, además, dos amigos
de su edad para los que cuenta con todo, Jop y Brianda, quien está secretamente
enamorada de Sergio (a quien llama cariñosamente Checho. Jop lo llama Serch).
Y tiene un amigo mucho más maduro, un policía cuarentón a quien llaman teniente
Guillén. Y él es el héroe. Pero las investigaciones las realizan juntos, Sergio
y Guillén, ya que, de más está decirlo, Sergio es un chavo muy inteligente, muy
valiente y muy intuitivo (y obviamente extraño, pues ve demonios invisibles
para los demás y cuando tiene problemas, o sea siempre, habla con una estatua
de Giordano Bruno que está en una plaza frente a su departamento).
Debo aclarar que Nocturno Belfegor es el
tomo dos de la saga El Libro de los Héroes, planeada para cinco volúmenes, y
que yo no he leído el primero (aún), llamado Siete esqueletos decapitados.
En Nocturno Belfegor encontramos dos tramas
paralelas (aunque no geométricamente paralelas pues en algún momento se
juntan): por una parte a Sergio lo busca un sacerdote, el padre Cano, para que
lo ayude ni más ni menos que con el exorcismo de una niña, Daniela, hija de una
adinerada pareja, los Ferreira, pues el demonio mismo demandó la presencia de
Sergio (al parecer son enemigos de tiempo atrás).
Aunque Sergio lo «vence» en ese momento, es decir
gana la batalla pero aún no la guerra, este demonio lo amenaza y le dice que
por las fechas de la Navidad, ya próxima, Sergio la pasará muy mal, pues será
el inicio del fin para él.
Una de las tareas de un mediador es justamente ésa,
mediar entre los demonios y el héroe que lo acompaña, o al que el mediador
acompaña, según se vea. Y la primera obligación de un mediador es controlar su
miedo, que en estas circunstancias debe de ser enorme.
En la presentación de esta novela en la Feria
Internacional del Libro Saltillo 2011 (el viernes 9 de septiembre), el autor
explicó que la idea de esta colección, El Lado Oscuro, de la Editorial Océano,
pensada para jóvenes de 12 años en adelante, es precisamente que les dé miedo a
los lectores. Y en la entrevista posterior que le hice (véase aquí mismo) le
pregunté por la función del miedo en la literatura (y por extensión en el
cine), y Malpica respondió que es muy sencilla: divertir. El miedo puede ser
placentero cuando es controlado y seguro. Todo lo terrible que suceda en una
novela queda encerrado en la novela al cerrar el libro. El lector sigue a salvo.
Este miedo vicario es, por eso mismo, placentero, porque vivimos lo que le
sucede a los personajes centrales, al identificarnos con ellos, sin que
tengamos que enfrentarnos a dichos terrores en nuestra realidad. O como dirían
los filósofos, en nuestra realidad 'real'.
Y le pregunté ademas «¿por qué pusiste demonios en
una novela para jóvenes?» Lean su respuesta en la mencionada entrevista. Y es
que a mí, en lo personal, que soy lector de literatura de terror, me pareció
fuerte la idea de exorcismos y visiones demoniacas en un libro para jóvenes.
Confieso que la novela tiene algunos momentos verdaderamente aterradores. Al
final, por supuesto, como dice el mismo Antonio Malpica, todo termina bien para
todos (o casi todos, digo yo, pues los personajes muertos no reviven).
La segunda trama de la novela esta relacionada con
un millonario, Heriberto Morné, que anda detrás de una partitura de Liszt, y
con las muertes, en circunstancias más que extrañas, de una serie de pianistas
de la Ciudad de México.
Como ya señalé, Sergio, que es un chavo muy
inteligente y le hace caso a sus intuiciones, ayuda a su amigo Guillén en la
investigación de estas muertes, y a Sergio, a su vez, lo ayudan sus amigos.
La novela, que no es precisamente «corta» pues
tiene 393 páginas, se deja leer rapidísimo por la agilidad de la trama, lo
interesante de sus enredos, y lo espeluznante del caso investigado, el cual se
complica al grado de que tanto el policía como los tres amigos terminan la
investigación en la ciudad de Budapest.
La novela es autónoma, se puede leer sin haber
leído primero la anterior, aunque tiene elementos que evidentemente la ligan
con el primer volumen y otros que quedan pendientes para los títulos que
siguen. De hecho, al terminar de leer esta novela quisiera uno tener a mano la
siguiente para continuar de corrido con estas historias, pero para eso
tendremos que esperar hasta el próximo año (Malpica se encuentra escribiéndola
en estos momentos). Lo que sí podemos hacer es leer la anterior, que es lo que
recomiendo, sin duda alguna. Es una novela para jóvenes que, al igual que
muchas otras obras para jóvenes escritas en nuestros días, la disfrutan también
los adultos que deciden hacer la prueba. Chavos (y papás de los chavos): hagan
la prueba, lean estas novelas, les aseguro que no se van a arrepentir (o bueno,
quizás un poco, cuando tengan que apagar la luz de la recámara para dormir...
si pueden).
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Nocturno Belfegor. Antonio Malpica. Océano
Travesía. El Lado Oscuro. México-España. 2011.
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Enlaces
importantes:
* El blog de la colección de terror:
* El sitio de internet de Antonio Malpica:
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